Juan José Rubio Guerrero. Catedrático de Hacienda Pública. UCLM.- Los datos de la economía española en 2014 y primeros dos trimestres de 2015 permiten servir de soporte fundamental al comportamiento expansivo de la economía española. Entre ellos merece, por su importancia, ser destacado el comportamiento de las exportaciones.
España exportó en 2014 por valor de 240.034 m€, lo que supone en torno a un 25% del PIB. Como dato comparativo, el volumen de exportaciones en 2009 era de 159.889m€. Este crecimiento significativo se ha apoyado durante 2014 en tres pilares fundamentales: Asía, con un aumento importante de nuestro comercio hacia Taiwan, Corea del Sur y Japón, con un incremento anual del 16%; Estados Unidos, con un aumento de un 22,6% en 2014, y Unión Europea con un aumento del 3,9% pero, lo que es más importante, aumentando nuestra presencia exportadora en 24 de los 28 países de la Unión.
Por su parte, se ha podido sortear la reducción de la demanda de productos españoles por parte de Rusia como consecuencia del conflicto ucraniano y los frenazos de China y Latinoamérica, sin olvidar la caída de renta de los países petroleros que han tenido que ajustar su demanda exterior por la reducción de los precios del petróleo.
Las causas que mejor explican este gran comportamiento del sector exportador son la recuperación de la eurozona, la depreciación del euro, la reducción de los costes energéticos, la moderación de los costes salariales y el incremento de la productividad que ha hecho más competitivos a los productos españoles. El empresario español en general, y el de Castilla-La Mancha en particular, ha sabido rentabilizar el esfuerzo realizado por muchas empresas para buscar mercados exteriores durante la crisis debido al derrumbe de la demanda interna ya que en este envite les iba, en muchos casos, la propia supervivencia. Este esfuerzo, que se mantiene en la actualidad, junto a la pulsión de la demanda interna recuperada, explican gran parte de las satisfactorias tasas de crecimiento del PIB del primer semestre de 2015.
No obstante, el número de empresas que exportaron en 2014 cayó un 2,2%. Básicamente, pequeñas y medianas empresas no bien asentadas en los mercados de destino que, en la mayoría de los casos, son muy exigentes en temas regulatorios y de acceso. Este dato pone de manifiesto la necesidad de apoyo institucional en su internacionalización y, sobre todo, la necesidad de conocer y perseverar en las acciones de marketing y posicionamiento en los países de destino con el fin de consolidar las posiciones en estos.
Aquí, las autoridades tanto nacionales como regionales tienen un papel fundamental a la hora de facilitar, a través de políticas activas y coordinadas de fomento y seguimiento de la internacionalización, que las PYMES puedan consolidar posiciones en mercados de destino.
Otro hecho destacable en 2014 ha sido que, dentro de bloque de productos de mayor aceptación en los mercados internacionales, se sitúan las manufacturas de consumo (ropa, calzado, juguetes,…), de tanta relevancia en nuestra región, con un incremento del 7,8% . La razón se explica por las ganancias de competitividad debido a los ajustes salariales que hacen que vuelva a ser rentable producir estos bienes en España que, además, ofrecen un plus de calidad y garantía sobre los potenciales competidores que sólo actúan vía costes. Una buena noticia es que la deslocalización en la producción de estos bienes está revertiendo y hay que afianzarla para generar empleo estable en nuestra región haciendo especial hincapíe en la calidad y el valor añadido de nuestros productos lo que permitirá ofrecer salarios competitivos con elevado empleo sectorial.
Otros productos importantes en la estructura de nuestras exportaciones han sido: las ventas de productos energéticos, con un aumento del 7,1% en 2014, por reexportaciones del gas argelino; las ventas de material ferroviario, debido al tirón de los grandes macroproyectos vinculados a la inversiones en Alta Velocidad en el extranjero y las ventas del sector automovilístico, con un aumento del 6,2% en 2014, por el incremento de las inversiones en nuevos modelos producidos en España para las grandes marcas que operan en nuestro país y que garantizan una carga de trabajo importante, a medio plazo, gracias a la competitividad de la industria española.
A pesar de la congelación de los envíos a Rusía por la crisis de Ucrania y sus consecuencias económicas que afectaron gravemente a las exportaciones de frutas y hortalizas, las ventas de productos alimenticios al exterior ha crecido en un 4,4% durante 2014 y, en esta partida, Castilla-La Mancha figura como avanzadilla de las empresas exportadoras españolas en el sector de agroalimentación, vinos y aceites. Sin olvidar los bienes de equipo que, aunque han sufrido una leve caída del 0,5% debido a la desaceleración mundial en 2014, representan con 48.280 m€ el 20% de las exportaciones, lo que consolida la idea de que España es algo más que Turismo y Servicios.