La comunidad salesiana de Puertollano ha vivido hoy un día histórico tras el traslado de la nueva estatua de Don Bosco desde el colegio hasta la ermita de la Virgen de Gracia, donde permanecerá de forma permanente junto a la patrona de la ciudad minera. Probablemente desde la llegada de los salesianos en 1953, y salvo la acogida de la urna con las reliquias del santo en 2012, la comunidad salesiana no había asistido a un acto de esta trascendencia.
La procesión ha partido esta tarde, tras la misa con motivo del bicentenario del nacimiento de San Juan Bosco. El traslado de la nueva imagen, sufragada por suscripción popular, ha culminado con los cantos del grupo Virgen de Gracia en la glorieta de la ermita. Todo, en agradecimiento a la ciudad por la acogida de la urna de Don Bosco, hace tres años, y por el cariño que los salesianos han cosechado entre los puertollaneros.
La comitiva ha discurrido por Miguel Servet, Avenida Primero de Mayo y centro del Paseo de San Gregorio hasta llegar a la Glorieta de la Virgen de Gracia. En la marcha han participado chicos y chicas de los diferentes niveles educativos, padres, antiguos alumnos, amigos, y scouts, acompañados de los tambores de la cofradía de Nuestra Señora de la Piedad y la música de la Asociación Banda de Música de Puertollano. Además, han desfilado representaciones de la familia salesiana con sus juntas directivas y estandartes.
La imagen de Don Bosco ha sido portada y acompañada por diversos grupos bajo la dirección de los capataces. El desfile ha sido presidido por el inspector salesiano Juan Carlos Pérez Godoy, el arcipreste de Puertollano, director de la obra, sacerdotes y otras autoridades.