“Mi madre no era un perro para que la dejaran tirada”. Manuela Amarillo no deja de repetirse estas palabras para denunciar los hechos que rodearon la muerte de su madre Sagrario Amarillo Escobar, cuyo cuerpo, según asegura la familia, yació en el asfalto del helipuerto de Solana del Pino durante más de hora y media. La familia aún baraja la posibilidad de acudir a la vía judicial, pero lo que quiere hacer ahora es poner de manifiesto la “falta de sensibilidad” de los protocolos de Urgencia ante casos de esta naturaleza.
Según relata la familia, Sagrario, de 87 años, sufrió el pasado 9 de mayo una subida de azúcar en su domicilio de Solanilla del Tamaral sobre las 21,15 horas. Dada la gravedad de su estado, los servicios de Urgencia decidieron trasladarla al helipuerto del SESCAM de Solana del Pino para, desde allí, transportarla en helicóptero al Hospital Santa Bárbara de Puertollano. Mientras tanto, su familia se desplazó a la ciudad minera para esperar allí a la paciente, que se quedó acompañada de una sobrina.
Manuela afirma que, ya en el centro hospitalario, los servicios sanitarios llamaron por teléfono sobre las 00,00 horas para comunicarles que la mujer había fallecido en la pista del helipuerto. Los servicios de Urgencias no pudieron hacer nada por la vida de Sagrario, a la que intentaron reanimar durante más de una hora. A partir de ese momento la familia vivió momentos de doble angustia, ya que a la muerte de Sagrario se unió la preocupación por las circunstancias que rodearon la defunción.
“Según nos dijeron, el protocolo del 112 establecía que, como la muerte se produjo en el campo, no se podía levantar el cadáver hasta que no se personaran forense, juez y Guardia Civil”, señala Manuela. Sin embargo, según la familia, cuando llegó la Guardia Civil y constató el deceso (causas naturales), «los agentes dijeron que el caso no era de su competencia, y que no hacía falta la presencia de nadie más, y por tanto dieron la orden de trasladar a la mujer al tanatorio».
“El caso es que entre unas cosas y otras mi madre permaneció durante más de hora y media tumbada en el asfalto, completamente a oscuras, o alumbrada eventualmente por los reflectores de la Guaria Civil, hasta que el coche de la funeraria se llevó el cuerpo», relata su hija.
“Mi madre no era un perro”, señala Manuela, quien denuncia así la “falta de sensibilidad” de los protocolos utilizados. “Al menos podrían haberla subido a una camilla o trasladado al centro de salud”, se lamenta. La familia no descarta emprender acciones judiciales, aunque asegura que ahora su único afán es denunciar su caso para que hechos de este tipo “no se vuelvan a repetir”.
Lo que esta claro es que algo falla, cuanto dolor ver a tu ser querido ahi.
Y que de mi nómina me quiten casi 350€ para cotizaciones y no tengan una mísera cama para que por lo menos el cuerpo de esa señora no esté tirada como un perro… Ni a un perro se le hace eso!!!!!!!!!
Vergüenza desde el que la puso ahí, pasando por el/la que lo permitió, hasta las más altas esferas del Hospital… seguro que eso no les pasa a ninguno de sus familiares.
Ojalá se depuren responsabilidades, por que para éste bochornoso espectáculo cotizo?
Para que sólo se aprovechen los mismos de siempre, la gentuza, los que más derechos tienen, y los que curramos y pagamos éstas cosas tenemos que ver éstos espectáculos dantescos!
Nunca más por favor!
No se van a depurar responsabilidades, en este pais falta polvora, solo eso devolveria al pueblo el honor y derechos que esos bastardos estan ensuciando
Vergonzoso.
Todo esto no tiene sentido, dicen que el protocolo establece que al producirse la muerte en el campo no se podía levantar el cadáver. Que pasa ¿qué esta persona iba paseando hasta el helipuerto? Se supone que iría en la ambulancia en una camilla o sentada dentro.
Según ese protocolo, si una persona fallece en una ambulancia camino del hospital por la Ronda de Ciudad Real o cualquier carretera, ¿paran dejándola en mitad de la carretera y se marchan?
Lo dicho. Esto es un sinsentido y habría que depurar responsabilidades. No se puede consentir que los servicios de emergencia abandonen a una persona fallecida en mitad del campo.
ESTO ES UNA VERGUENZA, LO HAYA HECHO QUIEN LO HAYA HECHO.El problema es que cosas de este estilo ocurren muchas veces en Hospitales. Hasta perder un cadáver. A mi padre que se cayó en una habitación de hospital lo dejaron en el suelo hasta que llegaron los celadores porque ni médicos, ni ATS, ni auxiliares podían ayudarme a levantarlo.Y encima me enfado y llaman a seguridad. Menuda banda de capullos indecentes.Era en el Hospital de Talavera de la Reina, un hospital con costumbres caciquiles.
Me parece muy fuerte, de todas formas no pasara nada, se lavan las manos y se pasan la pelota unos a otros.