Isidra Díaz Corona ha cumplido su sueño dorado, el de pintar, en el de que su vida esté llena de creatividad que ahora se puede contemplar en la planta baja del Museo Municipal en una retrospectiva por los últimos cuatro años de trayectoria artística.
La concejal de cultura, Ana Muñoz, señaló que es un conjunto sensorial para todos los sentidos, la música, la pintura, flores. Los sentidos y sentimientos están a flor de piel y en “sus obras están llenas de cariño e historias, que vamos a poder ver en los cuadros, que se acompañan de un texto, en una exposición de sosiego para visitarla con tranquilidad”.
Isidra Díaz Corona, salmantina de nacimiento y puertollanera de adopción, reconoce que la pintura ha sido en su vida un viaje de ida y de vuelta, que empezó hace 40 años en Sevilla cuando inició sus estudios en Bellas Artes y que dos más tarde tuvo que dejar para adentrarse en el Magisterio. “Soy consciente que me he perdido mucho, pero lo he dado para la escuela y con sus mis alumnos he trabajo la creatividad”.
Una vida dedicada a la docencia
Después de desarrollar su labor docente en Béjar, Salamanca recaló en Puertollano en colegio Doctor Limón, aunque continuaría ocho años en Brazatortas y casi un cuarto de siglo en el colegio Severo Ochoa hasta su jubilación hace cuatro años. Y a partir de ahí pintura es su vida. “A hora de pintar me quedo con el momento de la mancha. Es el momento en el que el cuadro empieza a despertar, a perfilarse y comienza a cobrar vida, lo que quieras hacer”.
