Ricardo Chamorro.– Estas elecciones que se celebraran el 24 de mayo no son unas elecciones usuales. Este momento que vivimos este 2015 es un momento crucial en la historia de España.
Los dos grandes partidos PP-PSOE han sido los protagonistas de estos más de 35 años de la historia política de nuestra nación.
Programa y democracia representativa
Según nuestra Constitución vivimos en una democracia representativa, este principio, desde que Edmund Burke lo enunciara en su discurso de Bristol en el Siglo XVIII, significa que en democracia la representatividad se basa precisamente en eso, en que estás ostentando el interés de tus votantes a través de tu programa, ese es el vínculo que nos une y el único que hace que esa relación entre elector y elegible exista. Olvidar lo anterior es profundamente antidemocrático.
Mariano Rajoy ha llevado a cabo un incumplimiento del programa de tal envergadura, que nadie de sus votantes se podía imaginar. Ahora que muchos hablan de voto útil, el voto a Rajoy para los votantes que le apoyaron en la oposición frente a Zapatero, es el voto más inútil, desde el punto de vista de la democracia representativa, de los que han existido en la historia democrática española.
Los que tenemos confianza en los españoles, los que creemos en la democracia representativa, y los que creemos que una identidad política o que un programa no son solo palabras, consideramos que los valores y convicciones políticas hay que defenderlas, pues no son solo la excusa para subir a una poltrona y vivir de los españoles durante cuatro años.
Votar sin miedo
En estas elecciones existen opciones, existen programas y existen personas, como en cualquier democracia occidental, pero lo más importante es que en cualquier elección se ha de votar en libertad, sin miedo, se debe votar por ideas y se debe votar en conciencia.
El que suscribe humildemente encabeza una de esas opciones políticas al ayuntamiento de Ciudad Real, en particular por la opción política VOX, no obstante deseo suerte a todas las opciones y espero que la cordialidad, aceptando la crítica política propia de unas elecciones, sea la tónica general de estos últimos días de campaña.
Desde la claridad y desde la identidad política de las distintas opciones, es desde donde se construyen los consensos en democracia, hacia ello y hacia la regeneración debe ir España en estas municipales.
