Isidro Sánchez Sánchez. Ganemos Ciudad Real.- Los ciudadanos lo denuncian con frecuencia: Ciudad Real está muy sucia. Es una verdad incuestionable, si no mira sus calles el equipo de gobierno municipal, para el que vivimos en el mejor de los mundos posibles, en una arcadia de felicidad, en una de las mejores ciudades del mundo mundial. Sólo los incondicionales acríticos ven una ciudad limpia, de las mejores, como le gusta decir a la señora Romero.
Mire usted por donde la revista “OCU Compra maestra” (nº 403, mayo de 2015) ha dejado en evidencia a nuestra alcaldesa. Un informe titulado “Empeora la limpieza urbana. Aprobado justo” muestra el retroceso en toda España. Oviedo está a la cabeza de las ciudades limpias, mientras que Alcalá de Henares, Madrid, Alicante, Valencia y Jaén ocupan los últimos lugares de la relación.
Ciudad Real está entre las peores, como no podía ser de otra forma dada su grave falta de limpieza viaria. En el estudio, Ciudad Real suspende con una clara evolución negativa en los últimos años. Obtiene una puntuación de 47 puntos sobre 100 (el aprobado es 50 y la media nacional 54) y se ubica, como ya he dicho, en los últimos puestos, en cuanto a limpieza se refiere, concretamente el lugar 48 de 60 ciudades analizadas. O sea, según el estudio el actual equipo de gobierno mantiene a Ciudad Real entre los quince primeros puestos de las ciudades más sucias de España.
Por una parte se analizan los medios destinados a la limpieza, según declaran los propios ayuntamientos y por otra la opinión de un buen número de encuestados sobre la limpieza en sus ciudades. En casi todas las magnitudes Ciudad Real está peor que la media española. En cuanto al primer bloque lo primero es el presupuesto destinado a limpieza, 37 euros por habitante en el caso de Ciudad Real, lejos de la media española (54). Otra es el de habitantes por papelera, 27 en nuestra ciudad frente a los 51 de media, cifra que la sitúa en buena posición, aunque otra cuestión es su vaciado. Con demasiada frecuencia se ven papeleras atiborradas, rebosando basura a su alrededor. Los habitantes por medio mecánico y por cada empleado de limpieza están ligeramente mejor que la media española.
En cuanto a la satisfacción de los ciudadanos con la limpieza en el caso de ciudad Real las puntuaciones son inferiores a la media en calles y aceras, parques y jardines, excrementos, casas y locales abandonados y entorno de contenedores. Es decir, nada que ver con la descripción idílica que hacen de Ciudad Real la señora Romero y sus corifeos.
Y es que, entre otras cosas, en la ciudad no hay recogida de basuras 62 día al año. Y la limpieza es muy diferente según los 43 distritos, incluidos los anejos, en que se zonifica la ciudad. En la zona centro dos distritos se cubren siete días a la semana y se repasan también por la tarde, mientras que cuatro distritos se cubren siete días a la semana sólo en horario de mañana. En otras zonas, dentro y fuera de rondas, nueve distritos se cubren cinco días a la semana; diez, sólo tres días; y dieciocho, una o dos veces en semana.
El resultado es, pese a la buena labor de los trabajadores de limpieza –que a veces tienen que limpiar zonas que no les corresponden–, una ciudad sucia, con papeles, bolsas, excrementos y otras basuras por doquier. Pero esto tiene que ver seguro con la pretensión, si el PP vuelve a gobernar, de privatizar el servicio de limpieza siguiendo lo realizado con otras áreas. Y eso cuando en Europa se están remunicipalizando servicios, pues se ha visto que resultan más caros y son menos efectivos. Claro, pero generan beneficios para los amigos.
Una verdad como un templo. En mi calle rara vez se les ve más de una vez a la semana o menos.
Y, el centro, por mucho que digan está sucio de narices también.
A ver si hay suerte y cambiamos el mando el día 24.