Elena Bello Muñoz. Candidata de Ganemos Ciudad Real.- El término violencia de género, a mi modesto entender es un vocablo erróneo, pues debiéramos decir violencia machista. La violencia machista tiene sin duda su origen en la desigualdad existente entre hombres y mujeres.
Por desgracia la violencia contra las mujeres, es un fenómeno muy extendido. Si bien con la Ley Integral se han conseguido avances, éstos sin duda han sido insuficiente, tal y como demuestra el número de víctimas.
La violencia machista, es difícil de erradicar, y de hecho venimos observando en los juzgados que va en aumento entre parejas de adolescentes. No solo basta con tener una ley integral que tiene ciertas lagunas prácticas, sino que tenemos que tener medios eficaces para luchar contra ella.
Todo empieza por la educación, una educación eficaz que promulgue la igualdad entre ambos sexo de forma efectiva. En España, y máxime con la entrada en vigor de la Ley Wert, LOMCE, vamos en sentido muy contrario, desde el punto en el cual se apoya el segregacionismo escolar.
Salir de un cuadro de violencia machista es muy complicado para la víctima. No basta con denunciar, (es el primer paso), pero tras la denuncia, nos encontramos con una mujer destrozada, anulada por completo, con problemas económicos y psicológicos graves como es el síndrome del conflicto de lealtad, dependencia emocional y económica. Un círculo en muchos casos imposible de romper, que hace que la víctima regrese con el agresor.
Desde las administraciones públicas, se debe promover una sociedad igualitaria, y remover todos los obstáculos existentes, de forma eficaz. Desde el Ayuntamiento se podrían realizar infinidad de acciones:
* Talleres formativos y programas que se pudieran realizar en los centros escolares. Estos talleres educativos o programas integrales, son básicos para la erradicación de la violencia de género. Si educamos en la igualdad plena de sexos, sin duda disminuiremos el riesgo de violencia machista. Es muy llamativo, ver día a día en los juzgados el aumento de este delito entre adolescentes, cuando se supone que la sociedad debería haber avanzado en otra dirección.
* Creación de un centro asesor especializado, cuyos integrantes accediesen al mismo por concurso libre de oposición. Es importante que dichos centros sean organismos con personal capacitado y estable, porque no solo deben asesorar, en un primer momento, sino que tienen que hacer en seguimiento de la víctima, hasta su inserción social plena. Este proceso puede durar años y la víctima necesita apoyo constante sobre todo psicológico.
Los centros deberían coordinarse con las fuerzas de seguridad del estado para proteger dentro de lo posible, a las víctimas.
Un verdadero centro asesor, debe y tiene que estar integrado por personal multidisciplinar y debe coordinarse con otras entidades u organismos que ayuden de forma eficaz a superar a la víctima el cuadro de violencia machista, teniendo como meta la integración social y laboral de la misma.
La violencia machista, sin ninguna duda es un problema muy grave en nuestra sociedad, y todos y todas tenemos la obligación de colaborar para su definitiva erradicación.
Las inadecuadas políticas que han seguido nuestros gobernantes en estos últimos años, han provocado sin duda un gran paso atrás en la lucha contra la violencia machista, ya que cada vez se cuenta con menos medios personales y económicos para realizar un trabajo efectivo.