Partido del Trabajo Democrático.- En estos momentos un terremoto político recorre nuestra región, la cuestión no es de poca importancia el próximo 24 de Mayo se van a celebrar en nuestra comunidad autónoma, así como en el resto del Estado, elecciones municipales y autonómicas. Ante tal perspectiva nos corresponde a nosotros como comunistas dar una visión de la situación política en Castilla-La Mancha para así desarrollar nuestro posicionamiento ante los nuevos comicios.
En primer lugar debemos hacer un balance de los cuatro años de gobierno del Partido Popular, encabezado por su Secretaria General nacional María Dolores de Cospedal,en Castilla La Mancha. El balance, como no puede ser de otra manera, es sumamente negativo, el gobierno de María Dolores de Cospedal es sin lugar a dudas el peor gobierno que hemos tenido en nuestro breve periodo como autonomía. Representa a la cara más rancia y reaccionaria de la oligarquía que, junto a toda una corte de asesores traídos de la Comunidad de Madrid, ha implantado aquí las peores políticas anti-sociales y privatizadoras. Todos los colectivos laborales dependientes de la Junta han enfrentado ataques: bajadas salariales, devaluación de derechos laborales, despidos masivos, privatizaciones y externalizaciones.
A nivel social la situación ha empeorado de forma alarmante, el débil desarrollo de nuestra comunidad, una región poco industrializada y basada fundamentalmente en el sector servicios, y las políticas antipopulares de los gobiernos estatal y autonómico han provocado que cerca de un 30 por ciento de nuestra población se encuentre en riesgo de exclusión social. A pesar de las soflamas de Cospedal y sus acólitos que señalan “una caída del desempleo” el paro ha crecido hasta situarse en casí el 30 por ciento, casí 285.000 de castellano-manchegos se encuentran en situación de desempleo; de estos desempleados tres de cada cuatro no reciben ninguna prestación. El empleo, lejos de crecer, se ha destruido masivamente durante la última legislatura del PP, cerca de 6000 profesores han sido despedidos así como miles de empleados públicos pertenecientes a otros colectivos laborales. Centenares de empresas han cerrado o están en peligro de cierre en Castilla-La Mancha, según diversas estadísticas 32.000 trabajadores castellano-manchegos se encuentran afectados por un ERE. Empresas que han sido el sostén de comarcas enteras, como es el caso de Elcogás o Tecnobit, están bajo una situación de incertidumbre constante; en riesgo de ser cerradas o trasladadas a otras comunidades autónomas. Se está destruyendo el poco tejido industrial de nuestra comunidad y el gobierno de Cospedal no hace nada por evitarlo.
En este contexto de ofensiva neoliberal se ha producido un crecimiento sin precedentes de la movilización social en Castilla-La Mancha. No ha pasado un solo año sin que el gobierno de Cospedal haya tenido que enfrentar la movilización continuada de un colectivo: estudiantes, interinos, bomberos forestales, conductores de la Junta, profesores, trabajadores RTVCLM…. A pesar de todos los intentos descarados de la televisión pública regional por distorsionar la realidad se nota entre los castellano-manchegos un hartazgo considerable hacia este gobierno. A pesar de que se ha producido una ligera caída en la movilización social el panorama político ha cambiado radicalmente, se ha roto el bipartidismo hegemónico en Castilla-La Mancha durante décadas y las encuestas vaticinan la entrada de fuerzas emergentes en el parlamento regional.
El PSOE presenta una candidatura encabezada por el Alcalde de Toledo, Emiliano García Page que representa lo más rancio de la línea del Partido Socialista representada por Bono y Barreda. Su mensaje es de poco contenido limitándose a promover la nostalgia entre los castellano-manchegos por los últimos gobiernos “socialistas” en nuestra región. Por otra parte algunos datos prevén la irrupción de Ciudadanos, un partido con nula presencia hace algunos, se está conformando en diversos lugares a una velocidad record en cuestión de pocas semanas, es la nueva apuesta de recambio que tiene la oligarquía que pretende vendernos un programa neoliberal bajo un discurso de “regeneración política” y “cambio responsable”.
En las últimas elecciones europeas se percibió un importante aumento de las fuerzas populares y democráticas. Los diversos intentos de las fuerzas democráticas en Castilla-La Mancha de formar candidaturas unitarias de unidad popular en las diferentes localidades de Castilla-La Mancha han fracasado de una manera u otra, así como también fracasó el intento de lograr una candidatura popular unitaria para Castilla-La Mancha bajo el proyecto “Ganar CLM”. El fracaso de los procesos de “convergencia” se debe a varias razones las más importantes son: la precipitación y el poco tiempo para realizar un trabajo conjunto entre las organizaciones políticas; y la escasa vinculación de este proceso con luchas y movimientos sociales, por otro lado muy débiles en nuestra comunidad. A las elecciones autonómicas se presentan dos candidaturas populares: Por un lado la de Podemos C-LM encabezada por José García Molina y apoyada por Equo CLM, y por otro la candidatura de Izquierda Unida-Ganemos encabezada por Alejandro Ávila.
Desde el Partido del Trabajo Democrático nuestra posición es la de fortalecer las candidaturas que presenten un programa destinado a defender los derechos democráticos, sociales y laborales de la clase obrera y las capas populares. Por eso apoyamos y pedimos el voto para las candidaturas de Podemos CLM e Izquierda Unida-Ganemos en las elecciones a las Cortes de Castilla-La Mancha, a nivel municipal mostramos nuestra simpatía y pedimos el voto para las candidaturas de unidad popular que hayan logrado conformarse en las distintas localidades y en su defecto pedimos el voto para las fuerzas democráticas que se presenten. Nuestro objetivo debe ser terminar con el nefasto gobierno de Cospedal de una vez por todas y debilitar a los partidos de la oligarquía, así mismo decimos que gane quien gane el movimiento obrero y popular no debe desactivarse, debe fortalecerse y consolidar su organización para defender en la calle los derechos que nos pretenden arrebatar. La consecución de un Frente Unido a nivel político, social y sindical; que agrupe al conjunto de las capas populares y a la clase trabajadora, es el único medio por el cual l@s trabajador@s consiguiremos detener esta ofensiva contra nuestros derechos y poder así luchar por la consecución de una República Democrática y del socialismo como sistema social.
¡Hay que ganarles en las urnas y en las calles!