El alcalde y candidato popular a renovar su cargo en la Alcaldía de Bolaños, Miguel Ángel Valverde, ha participado en el acto público que ha tenido lugar en Bolaños realizando un repaso a la gestión realizada en estos cuatro años de legislatura. Valverde ha afirmado que “se ha pasado de tener un Ayuntamiento en quiebra, cuando en 2011 ganamos las elecciones, a un Ayuntamiento con superávit, en la actualidad”.
Valverde ha señalado que “ahora somos un ayuntamiento cercano, al lado de los colectivos y las asociaciones y que ha cambiado una imagen crispada, que se tenía de Bolaños, por una imagen de pueblo amable, acogedor y emprendedor”.
El candidato popular ha hecho hincapié en que “al igual que Cospedal cumple sus compromisos, nosotros también cumplimos” mostrándose orgulloso de haber conseguido la realización de un Centro de Salud, “terminado y pagado”, un centro, continúa Valverde, que era una necesidad para Bolaños.
Valverde ha indicado que se presenta ante los ciudadanos con la misma ilusión y sin escatimar esfuerzos por conseguir un mayor bienestar para los vecinos, que hace cuatro años, teniendo en cuenta “que ahora estamos en una mejor situación económica”. Para lograr estos objetivos, Valverde ha afirmado que presenta un programa electoral dividido en 20 áreas, que contempla 246 medias, frente a “un programa deslavazado” que presenta el Partido Socialista.
El acto contó con la presencia de la secretaria nacional de Agricultura y Medio Ambiente del Partido Popular, María Luisa Soriano, quien ha afirmado que “los agricultores, los productores de vino de Castilla-La Mancha y las bodegas tienen en Cospedal a su mayor defensora y a su mejor embajadora”
Soriano ha destacado en su intervención que “las políticas de Cospedal con respecto al sector del vino han supuesto un ahorro de costes para viticultores y bodegas, menores trámites administrativos y mayores facilidades para la comercialización y la exportación”.
Por su parte la candidata a las Cortes regionales, Lola Merino, ha afirmado que Castilla-La Mancha ha sido la primera comunidad autónoma en bajar los impuestos a los ciudadanos, de forma que un millón de castellano manchegos han visto que a la reducción estatal del tramo de IRPF se ha unido otra en el tramo autonómico, lo que significa que 200 millones de euros han pasado de las arcas regionales a los bolsillos de los contribuyentes.
