El vino, como elemento cultural indiscutible desde los orígenes de los tiempos, ha sido el vehículo utilizado para viajar por un buen número de obras literarias de la mano de destacados escritores y periodistas como Eduardo Mendicutti, Javier Reverte y Manuel Rodríguez Rivero, quienes han ofrecido sus excepcionales miradas sobre temas como el papel del vino en la literatura y su protagonismo en determinados textos en torno a una mesa redonda coordinada por el también escritor y sociólogo Rafael Soler, un acto que ha puesto el broche de oro a las actividades culturales que se han dado cita en FENAVIN-2015, y que en esta edición ha patrocinado Bankia.
El primero de ellos en iniciar este viaje por las letras ha sido el escritor, editor y crítico Manuel Rodríguez, quien ha puesto el foco de atención en el vino como motor de la narración, ya sea como estímulo de erotismo (‘Las mil y unas noches’), como evocador de recuerdos (como lo utiliza Leopoldo Bloom en el ‘Ulises’ de Joyce), como marca de clase social, y en este sentido tanto como elemento de sofisticación, citando como ejemplo ‘Bajo el sol de la Toscana’, como de la clase más humilde, haciendo especial hincapié en el protagonismo del vino en la picaresca española donde abundan los ejemplos, ‘El Lazarillo’, ‘La Celestina’, ‘El Buscón’, etc.
Javier Reverte, por su parte, ha lanzado una interesante reflexión sobre si el vino es anterior a Dios o Dios anterior al vino al referirse a su presencia en obras de gran antigüedad como el ‘Gilgamesh’, la propia Biblia, así como en ritos litúrgicos y ceremonias, sin olvidar su protagonismo en obras de la literatura universal como ‘La Iliada’ o ‘La Odisea’, de Homero y, por supuesto, en Cervantes.
El último en intervenir en esta mesa redonda ha sido Eduardo Mendicutti, escritor de novelas como ‘Palomo Cojo’ o ‘Los novios Búlgaros’, y quien ha destacado la enorme capacidad de evocación del vino, sobre todo, por su aroma. Algo que no es de extrañar al ser natural de Sanlúcar de Barrameda, por lo que la relación de Mendicutti con el mundo del vino se remonta a su infancia, y en este sentido ha recordado cómo la casa de su abuelo olía siempre a vino porque había detrás de ella una bodega, y cómo todos esos recuerdos están impresos en él y en sus novelas inevitablemente.
Mendicutti ha subrayado para finalizar la importancia y presencia del vino no sólo en la literatura, sino en todas las artes en general, y ha elogiado la dimensión cultural con la que cuenta FENAVIN, al igual que Rafael Soler para quien que este tipo de actividades en el marco de la Feria dan al vino el papel protagonista que siempre ha tenido en nuestra cultura.