El humor y el conocimiento presidieron la mesa redonda «Educar en torno al vino», donde se confirmó que no se transmite una comunicación correcta que anime a su consumo, ni estamos formados, y menos las nuevas generaciones, para entender de este mundo del vino. Falta aún mucha cultura del vino «y tiene mucha culpa el sector de que el consumidor y los jóvenes no estén educados sobre el vino», según se dijo en este acto, celebrado en FENAVIN.
Constantino Mediavilla, distinguido el pasado mes con la Estrella de Oro por el Instituto para la Excelencia Profesional, dirigió la mesa redonda, organizada por Emprendedores 2020 y patrocinada en la presente edición por Bankia, en la que han participado el destacado periodista Alberto Granados, el actor y humorista televisivo Ignacio Salmerón y figuras del deporte como el ex baloncestista y cardiólogo Juan Antonio Corbalán, junto al bodeguero Isaac Muga.
Alberto Granados: «Los consumidores de vino somos auténticos héroes»
Alberto Granados tiene claro que «los consumidores de vino somos auténticos héroes, porque a veces hay muchas trabas a la hora de consumir el vino, en hostelería no saben servirnos, y nos lo ponen mal de temperatura, en copas que no corresponden etc». Así uno va a celebrar algo con almuerzo o cena y se encuentra con cartas de vino donde solo viene el nombre y precio, «y tú tienes que adivinar qué variedad es». «Aún queda mucha educación sobre el vino, y encima con la crisis al primero que han despedido es al sumiller y su labor la asume cualquier otro de la sala. Por eso la opción de pedir vino es complicada.
Habría que informar cómo servir y educar sobre la cultura del vino al personal de sala».
Juan Antonio Corbalán: «No se trata de prohibir sino de educar en el consumo responsable»
Juan Antonio Corbalán se ha referido a un estudio realizado entre deportistas entre 18 y 40 años, que indica que el vino se asocia a cenas y celebraciones y a un nivel adquisitivo alto.
Para este exbaloncestista internacional, «el vino es mucho más, obedece a una historia, pues se ha dado en todas las civilizaciones, y conforma la realidad de la Humanidad. Es la medicina de la vida, en un momento determinado en el Mediterráneo la gente vivía gracias al cereal, la vid y el olivo. Es además el vino una fuente de inspiración en la cultura».
Se mueren menos y más tarde los que consumen un poco de alcohol cada día
El también doctor Corbalán aconseja sobre el vino que «no se trata de prohibir, sino educar a la gente para que haga un buen uso de la bebida en libertad y que lo sepa disfrutar, porque hay que conocer que todo depende de la cantidad; en exceso y tomado mal hasta el agua hace daño, por eso es importante educar, porque se mueren menos, y más tarde, los que consumen un poco de alcohol de forma habitual en comidas, pero se pierde la virtud si nos pasamos en la cantidad, convirtiéndose en un riesgo para la salud».
Y lo que tomado con exceso no suele hacer daño es el buen humor. El actor y guionista, joven y atractivo, de El Club de la Comedia, José Ignacio Salmerón «Sinacio» expresó su queja entre bromas a la organización por «poner una copa con agua» en la mesa cuando vamos a abogar por la educar en torno al vino, dejando claro que el agua «es buena para hacer hielo pero no para las mesas redondas y charletas, donde pega más el vino, que ya dice Corbalán que es idóneo para celebrar con amigos que te vas a separar, por ejemplo, y coincido con él en que hay que educar a nuestros hijos de forma responsable y confiar en ellos en vez de tanta prohibición».
Espectacular el rabo de toro guisado y el tinto de verano con vino
Invitó al sector hostelero «a ser más flexible con quien consume vino, y no reírse de mí cuando pido gaseosa para beberme un Muga, por ejemplo, porque digo yo que guisar el rabo de toro o hacer tinto de verano te sale con un puntito mucho más espectacular si usas un buen vino». Dejando además claro Sinacio que «si tienes un problema, un vasillo de vino; que no lo tienes, otro vasito», y como los jóvenes y niños, «nuestros hijos que llevamos a ver granjas y fábricas de galletas, también tienen que conocer, para apreciar, que detrás de un vino hay químicos, enólogos, traductores, administrativos, etc, es un producto que da trabajo».
Isaac Muga: Además de visitar granjas y fábricas de galletas hay que invitar a los niños y jóvenes a ver bodegas
Al hilo de conocer para apreciar Isaac Muga invitó a las bodegas también a abrirse a los niños, y a los Colegios, a llevar de visita guiada a las bodegas, «como hacemos ya en Bodegas Muga en tiempo de vendimia y les damos a probar mosto. Porque que el consumidor y los jóvenes no estén educados sobre el vino es culpa nuestra, del sector», aseguró quien representa la tercera generación de una destacada bodega riojana que data de 1932.
Llamó la atención como hace más de 25 años consumíamos en España 42 litros al año por persona, y ahora apenas 16, siendo el Vaticano el país más consumidor de vino del mundo, en relación al número de habitantes. «Por eso si creamos un aura alrededor del vino que lo aleja del consumidor, nos estamos equivocando, hay vinos buenos de 3 euros. El precio del vino es muy relativo, si diéramos a conocer el proceso de cada vino, al final lo más barato de una botella es el vino».
Recuerda Muga como el vino es un alimento y lo que puede ser malo es el exceso de alcohol, no el alcohol en sí mismo. E ironizó con una frase que decía un familiar «si el médico te quita el vino, cambia de médico», a la vez que apeló al canal HORECA porque «no es comprensible que en Francia e Italia puedas pedir un vino en discotecas y pubs, algo natural, y aquí rara es la disco donde hay, cuando es algo muy sano y más económico».
Todos coincidieron en referirse al didactismo y buena labor de difusión de FENAVIN en torno a la cultura del Vino, indicando Muga como «hasta ahora las ferias alrededor del vino han sido ferias siempre demasiado elitistas y es necesaria una mayor apertura», función que cumple FENAVIN, señala, al relacionar el negocio del sector del vino con sus aspectos culturales, educativos, etc, mientras para Ignacio Salmerón ferias como FENAVIN constituyen un punto de inflexión tanto desde el punto de vista comercial por la generación de actividad y contactos como cultural por la difusión de valores relacionados con el mundo del vino.