El vino como elemento esencial de nuestra cultura y su relevancia y presencia en el mundo de la literatura ha sido el eje principal de una mesa redonda moderada por el filólogo y escritor Rafael Morales, que ha contado con la participación de los catedráticos de Literatura David Pujante y Tomás Albaladejo, junto al Director académico del Instituto Cervantes, Julio Martínez Mesanza, y la escritora Cecilia Quílez, responsable de poner el broche de oro con un recital en torno a la selección de algunos de sus poemas.
La mesa redonda, dentro de los actos que en esta edición patrocina Bankia, ha tratado la importancia del vino desde la literatura clásica hasta la cultura moderna. Y es que como apunta Rafael Morales, si hacemos un repaso por los escritores desde la antigüedad, «vemos como forman un continuo donde se ha cantado al vino desde ese punto de hedonismo», desde Omar Khayyam, a la poesía anacreóntica, los encuentros de los barrocos en torno a la fiesta y celebración del vino, hasta la actualidad con figuras como José Hierro, José García Nieto, Claudio Rodríguez, etc».
En el encuentro, que ha contado con un espectador de lujo, Jaime Siles, y se ha desarrollado en un tono distendido, todos los ponentes han tratado la importancia del vino como elemento fundamental de nuestra cultura, realizando un recorrido por su extensa tradición en la poesía griega, árabe, persa, hasta la actualidad, además de tratar su presencia en la religión haciendo alusión a figuras claves como Noé, Moisés, etc.
FENAVIN, armonía entre negocio y cultura
El catedrático de Literatura y ex presidente de la Sociedad Internacional de Retórica, Tomás Albaladejo ha destacado la importancia de que una feria como FENAVIN tenga en cuenta, junto a la dimensión de negocio, la dimensión cultural del vino, subrayando cómo la organización de una feria de estas características le parece excelente, sin obviar «la importancia de potenciar su aspecto comercial o de negocio del vino».
Así, también lo entiende Rafael Morales quien ha señalado cómo la dimensión cultural con la que cuenta FENAVIN es excepcional, «constituyendo un gran acierto de personas del talento y sensibilidad como el economista y poeta, Manuel Juliá».
Por su parte, para David Pujante una feria en la que «no sólo se piense en el vino como negocio, sino como ocio dice mucho y bien», y según su opinión «es estupendo porque del ocio activo proviene toda la cultura griega, y sin duda, en lugares donde se habla y se charla con un buen vino hay posibilidades de que salgan buenas ideas y más cultura todavía».
Martínez Mesanza también valora muy positivamente este maridaje entre negocio y cultura, junto a la poeta Cecilia Quílez para quien la organización de ferias de estas características no sólo le parece oportuno, sino necesario para llegar de otra forma al gran público.
