Tras semanas de trabajo, llegaba el momento. La seis de la tarde del domingo marcaba la apertura de puertas de las siete cruces de mayo elaboradas minuciosamente por varias familiasdel municipio a base de brezo, flores y otras plantas silvestres. Cruces que en Porzuna también guardan, como ocurre en toda la comarca, la tradición de incluir elementos en tela que traspasan generaciones y que permiten todos ellos forrar al completo las habitaciones en las que se instalan.
Como novedad este año, los dueños de cada Cruz han recibido del Ayuntamiento una subvención municipal de 60 para cubrir algunos de los costes que su instalación lleva aparejados.
Una vez expuestas, comenzaba el recorrido de los ganadores del Concurso de Mayos celebrado el pasado 24 de abril. Precisamente ellos eran los encargados de conmemorar el Día de la Cruz en las distintas cruces repartidas por casas particulares del término municipal, ayudados por algunos cantantes voluntarios. Un recorrido que finalizaba en la Plaza Mayor, frente a la Cruz del Ayuntamiento.
Era frente al Consistorio donde tenía lugar al término del canto el reparto de más de 400 hornazos artesanales ofrecidos a todos los asistentes. Vecinos y visitantes llegados muchos de ellos de provincias como Toledo o Madrid, que regresan al pueblo en fechas tan señaladas como ésta.
Un largo puente festivo y de gran actividad cultural que también acogía la misa en la Ermita de la Cruz. Una cita que contó con gran afluencia de público y en la que la hermandad repartió rosquillas y zumos. De igual modo, el mítico fandango de Porzuna volvía a sonar en las voces de Aquilino de Dios y Sergio Hervás en una promesa dedicada a la Virgen del Rosario.
