Absoluta, relativa e infelices

Manuel Valero.- De la misma manera que Castilla-La Mancha fuera socialista hasta lo que pareciera los  confines del tiempo, ahora las encuestas dicen que será popular como si correspondiera al otro lado del péndulo un nuevo Cospedalato, así  como antes fue un Boniato, perdón quiero decir,  un Bonato rematado con  un breve Barredato.  Ayer era un florido bastión de rosas y  espinas, las justas, pero muy  envenenadas contra enemigos e intrusos.

¿No dice Maquiavelo en su Príncipe que un buen político se mide por las bajas que va dejando en las cunetas sin que en este caso, los ectoplasmas arcillosos figuren en el inventario de la memoria porque es necesaria la perversidad para mantener el poder? Pues eso.  Castilla-La Mancha que junto a Extremadura  y Andalucía era el tridente socialdemócrata en el que cualquiera que osara saltar la empalizada quedaba ensartado como un moruno, es ahora carne popular después de un primer ensayo cuatrienal bajo el manto de la Dolores. No admitimos matices dicen las encuestas.  Y así como otrora resistía los embates de la derecha en forma de Tizón,  Molina, Conde o Illana, así dicen los poceros de la sociología (que de poceros aquí se sabe mucho) que aguantará la gaviota, y la presidenta podrá extender su mandato absolutista por otro cuatrienio.  Que para eso  tenemos la ley electoral más moldeable del suelo patrio. ¡Quién lo iba a decir!

Así que Page, a tenor de las encuestas, no podrá  empalmar la línea del tiempo interrupta,  para inaugurar el primer Pagato. Dicen las encuestas, las encuestas, sólo las encuestas, que no sólo la Dolores será reina absoluta de nuevo sino que Page se cae con todo el hato, lo cual nos hace pensar si los pactos a futuro no se revertirán de modo que sea el candidato socialista quien apoye al hipotético Podemático, sólo por el placer de echar de palacio a una relativa bruja Pirula. Veremos. La democracia es buena porque es el más divertido de los sistemas. Esto no lo dijo Maquiavelo. Lo digo yo.

Dice también la candidata a la alcaldía de Ciudad Real, Pilar Zamora que ella es más de “democracia y debate” que de mayorías absolutas, y vuelve a caer en la impostura del político que va de humilde. Como si las mayorías absolutas fueran malas en origen. Pues no. Lo es el modo en que se gestiona el absolutismo democrático que además es pasajero y no perdura más allá de cuarto mitad. Vamos, que en su fuero interno no desea la candidata una victoria magra, y se conforma, dice,  con una absoluta pero un poco relativa o una relativa potente que da para mucho debate. A la fuerza ahorcan.  O sea, que si un suponer, se le apareciera el espíritu de Pablo Iglesias senior y le dijera que iba a ganar por muchismo, la candidata se pondría triste, muy triste, porque no tendría con quien debatir.

Con todos mis respetos, señora candidata, usted debe desear ganar con contundencia unas elecciones porque para eso se presenta , y sabe que la mejor forma de llevar a cabo un proyecto es con los menos obstáculos posibles. Y  como digo, se trata de buenos o malos modos: que puede ser  generosa o absolutista en plan antipático la gestión de la mayoría.

Por otro lado he leído que Miguel Ángel González Caballero, candidato autonómico por el  PSOE ,  ha culpado a la presidenta de Castilla-La Mancha de la infelicidad de nuestros jóvenes. Hombre! La presidenta puede ser criticada por muchas cosas pero  con la felicidad no se juega, entre otras cosas, porque es un estado mental extremadamente  complejo y fugaz como para que dependa de las decisiones del político de turno, y porque también depende de cada cual desarrollar esa capacidad de reírse incluso de la adversidad.  Como desarrollar la capacidad de buscarse la vida sin que te lo den todo mascadito, que el bienestar no exime o no debe de eximir del propio esfuerzo.