Tierra que mira esa luna escarnecida con semblante de plata,
Enjuga sus llantos bajo las raíces de los arboles que en pausa alegre la miran,
Tierra pero no tan solo tierra,
Tierra, mar y aire,
Sonidos ahogados bajo su silencio la delatan dormida y austera,
Tierra de lobos bajo las noches de luna con manto estrellada,
Callada, desnuda y cercana al eco del canto del poeta,
Esperando esos versos rotos caer como lágrimas perdidas en la noche incautada por el tiempo,
Tierra de bronce, azul cobalto jugando con el cielo,
Fuego de sangre jugando con las penas del quejido de la tierra,
Tierra en mis manos, tierra en las pupilas de tus ojos,
Tierra con aroma a tiempo,
Tierra con aroma a lluvia y aire,
Déjame dormir mis penas y despertarme con tus alegrías,
Tierra, mi tierra, tan solo mi tierra.
Marse Sobrino
