El especialista y escritor de vinos británico Robert Joseph, editor jefe de Wine Bussiness International, volverá a FENAVIN el próximo día 12 de mayo, a una Feria por la que ha mostrado su respeto en numerosas ocasiones, la última de ellas en un artículo publicado en el número de marzo de su revista –cuya tirada es de 10.330 ejemplares cada dos meses, con una amplia distribución internacional- que titula: «Fenavin, la feria más importante de España».
Como explica en ese texto, «ahora que empieza a haber carencia de vino, España se está convirtiendo en el destino ideal para los compradores que buscan una variedad de vinos a todos los precios. Y FENAVIN es precisamente donde se reúnen los productores para mostrar sus productos al mundo».
Como afirma en una entrevista con la organización de la Feria, «me gusta la eficiencia de Fenavin: el hecho de que puedo descubrir muchos vinos de forma muy rápida y también que puedo conocer a los productores».
Joseph intervendrá en dos ocasiones durante la jornada del martes 12, la primera de ellas en «El lineal inflexible, la globalización de los supermercados», una charla durante la que hablará sobre si son los lineales los que imponen sus reglas a los vinos que se exponen en ellos o si son los vinos y sus nuevos packaging los que marcan la línea a seguir en la exposición. En este sentido, cree que «la mayoría de los consumidores no quieren pasarse mucho tiempo buscando entre una gran lista de vinos. Les gustan las ofertas, o lo que parecen ofertas que pueden comprar rápidamente».
En su intervención hablará del «»lineal inflexible» o la bodega que existe en cada tienda o restaurante. A muchos se les olvida que para tener una carta de vinos nueva, normalmente tendrán que deshacerse de la que ya venden, un vino al que están acostumbrados el personal y los clientes y que seguramente disfrutan. El producto nuevo tendrá que convencer al comprador de que no solo es bueno, y que tiene también un buen precio, sino que es mejor aún que el que estaba en la estantería».
A su juicio, y en cuanto a los vinos que pueden ser los «reyes» de un lineal, Joseph explica que «hay muchos vinos de todo tipo de regiones, como Toro, por ejemplo». Pero, a su juicio, «el problema no está en encontrar la calidad adecuada; el tema está en convencer a los consumidores de que compren».
En cuanto a cuál cree que es el mejor método para llegar con mayor eficacia al consumidor o invitar a un amante del vino a descubrir uno que aún no conoce, afirma que «ya no se puede separar el boca a boca de las redes sociales. Todo son redes sociales y eso hay que tenerlo muy en cuenta».
Por otro lado, y sobre qué recomendaría para introducir en el mundo del vino a alguien que es aún un neófito, este especialista internacional en vinos dice «»no» a los esfuerzos para educarles. Ni necesitan ni desean ser educados. Lo que hay que hacer es crear alianzas entre el vino y algo que ya les interese, como puede ser la música o la moda».
«Por supuesto que existe el vino español como concepto, el problema reside en que se asocia a vino barato»
Respecto a su segunda intervención en la Feria, ésta será a las 16,30 horas, en la mesa redonda sobre «El rol de España en el actual mercado global del vino», junto a Stuart Grundy, comprador inglés de Bidendum PLB Group, y Michael Schlink, comprador alemán de Bartels-Langness GMBH.
Para Joseph, «no hay ninguna duda de que el concepto de «vino español» existe, pero el problema reside en que en muchos mercados el concepto se asocia a vino barato». En este sentido, y preguntado sobre si en España se explotan de manera suficiente las posibilidades del diseño de las botellas y de las etiquetas para llamar la atención de los compradores, si damos por supuesta la calidad del vino que contienen, Joseph señala que «los vinos españoles no son diferentes a otros ejemplos del viejo mundo. No se ha reflexionado demasiado en dar al consumidor algo que pueda entender».
En su opinión, los vinos españoles que mejor funcionan fuera, independientemente del país, son «obviamente el Rioja, Priorat y Albariño, y en menor medida el Ribera del Duero. Sin embargo hay demasiadas denominaciones de origen que no se entienden bien, si es que se llega incluso a conocerlas».
Como viajero y observador de las distintas culturas de consumo de vino, y preguntado sobre las principales diferencias entre los consumidores de distintas nacionalidades, asegura que «en muchos mercados, el comprador francés e italiano está más dispuesto a pagar un precio muy elevado. China y los Estados Unidos, sin embargo, se están convirtiendo en excepciones a la regla, aunque aún queda mucho trabajo por hacer».
Su bodega particular habla de sus gustos en vinos del mundo y, especialmente, de su amor por los vinos españoles, de los que, como reconoce, tiene «muchos: buenos Riojas, Priorats y Albariños, en particular y también algunos buenos Pagos como es el Marqués de Griñón de la Mancha».