Carta de presentación de Mª José Calderón Rodríguez de Guzmán, número ocho de la candidatura de Rosa Romero

María José Calderón.- En primer lugar quiero expresar mi más sincero agradecimiento a Rosa Romero por la confianza depositada en mí. Me siento muy orgullosa de poder trabajar en su proyecto de ciudad, sostenible, transparente, en definitiva, la mejor ciudad de España para vivir, por la calidad de vida que nos permite tener, sus comunicaciones, su seguridad y otros valores que nos hacen sentirnos orgullosos de ella.

Una ciudad en la que, sin lugar a dudas, me encanta vivir y con la que he estado ligada desde mi infancia. Ahora, tras 44 años de vida en ella, también es la ciudad en la que han nacido mis cinco hijos y mis cuatro preciosos nietos, a los que por supuesto quiero ver crecer en esta ciudad ideal.

Concluidos mis estudios de Ciencias Exactas (Matemáticas) en la Universidad Complutense de Madrid y tras superar con éxito la oposición a Agregados de Bachillerato, pasé a formar parte del profesorado en el departamento de Matemáticas del IES Maestro Juan de Ávila de Ciudad Real, donde, durante 33 años, impartí la asignatura de Matemáticas con gran vocación, muchísimo cariño y mayor devoción. Durante estos años tuve el honor de tener a Rosa como alumna; un encanto de niña, de las alumnas que recuerdas, siempre dispuesta ayudar a sus compañeros. Aun teniendo un trabajo que me llenaba plenamente decidí prejubilarme. Llevaba tiempo con un solo pensamiento en mi cabeza, quería y necesitaba hacer algo más por y para los jóvenes, en especial aquellos que, por desgracia, en un momento de su vida sufren un trastorno mental que les aparta y les rompe su vida en pedazos.

En los primeros meses de mi prejubilación convoqué algunas reuniones con antiguos compañeros intentando sacar adelante algunas ideas pero, dado el momento de crisis que atravesábamos, no era viable conseguir ningún recurso nuevo. Mi siguiente paso fue acercarme a la organización humanitaria Cáritas e hice el curso de voluntariado. Después colaboré unos meses en la casa de Siloé. Esta experiencia me sirvió para conocer gente entregada y maravillosa y la labor que Cáritas hace de manera tan callada y a la vez tan grande. Más tarde fui requerida por la asociación APAFES, y para mi grata sorpresa encontré que allí había mucho de lo que yo buscaba. Lo percibí como la ocasión perfecta para aportar mi ayuda y, desde hace tres años, estoy como Presidenta de la asociación que, con la ayuda de su Junta Directiva, intenta luchar por un lugar y una «mirada» mejor para aquellos afectados por diversos trastornos psíquicos.

Agradezco de corazón la confianza depositada en mí por nuestra Alcaldesa, Rosa Romero, porque de esta manera me da la posibilidad de seguir ayudando y aportar todo lo que desde mi experiencia pueda servir para mejorar la vida de nuestros jóvenes, sobre todo en lo referente a su educación y que nuestros centros educativos, desde sus departamentos de Orientación, colaboren en esa detección precoz de cualquier trastorno mental en edad temprana, porque estoy segura de que son imprescindibles en ese «llegar antes» como yo le llamo. Me gustaría terminar reiterando mi confianza en Rosa Romero y en su proyecto de Ciudad, una ciudad que me encanta y que aún iremos mejorando para convertirla en el sueño de todos sus ciudadanos. En ello está nuestra Alcaldesa.

Yo, orgullosa y agradecida de estar a su lado, para ayudarle en lo que ella estime oportuno.