Vistas desde hoy, que ya es mucho, las Elecciones Generales del 1 de marzo de 1979, tuvieron muchas particularidades propias del momento de plenitud de la Transición. No sólo las de ser las primeras Elecciones Generales que se producían tras la aprobación de la Constitución en el año anterior. También su carácter, aún titubeante y dudoso, en la consolidación de las llamadas ‘Mayorías Estables’ y ‘Mayorías Naturales’. Mayorías casi familiares, defendidas ardientemente por Manuel Fraga, el fundador de Alianza Popular y luego de la llamada Coalición Democrática, y su deseo aprendido en Gran Bretaña, por los sistemas electorales mayoritarios.
Particularidad añadida, por el tropel de partidos, coaliciones, agrupaciones electorales y conglomerados de electores concurrentes; toda vez que aún no se había visualizado el bipartidismo político triunfal. Particularidad visible en el conglomerado de listas concurrentes en cualquier circunscripción nacional; listas plurales que en Ciudad Real viajaban desde las formaciones mayoritarias de UCD y del PSOE, hasta otras más de un extenso arco, desde la fraguista Coalición Democrática (anticipo de lo que llegaría a ser en el congreso de Sevilla de 1990, el Partido Popular), hasta el Partido Comunista, todavía activo y muy musculado; hasta llegar al raro conglomerado de la llamada ‘Unión Nacional’, incluso la presencia de grupos como Bandera Roja y el Partido Carlista.
La particularidad más destacada en Ciudad Real, a lo largo del mes de febrero de 1979, fue la presencia activa de Rodrigo Rato y Figaredo al frente de la candidatura de Coalición Democrática, y recorriéndose buena parte de la geografía provincial en actos variados y mitineros. Incluso produciendo un escrito memorable, aunque olvidado por el gran público, que publicara en Lanza, del que llegaría a ser fatídico día del 23 de febrero, dos años después. Ese 23 de febrero, Rato mojó la pluma y anotó su texto ‘La opción derecha ante el 1 de marzo‘. ‘La opción derecha’, por más que la Coalición se presentara como ‘El Centro Derecha’ y tratara de esa disputa soterrada con UCD, al competir ambas formaciones sobre franjas similares del electorado. Incluso CD insistía en el inconsciente electoral afirmando que ‘Las cosas no están centradas’. Es decir que UCD, el partido gobernante, no era de fiar, por mucho Centro que llevase en su escudo y en su nombre. Por eso Rato podía afirmar exultante en ese escrito olvidado, que «La derecha presenta una opción clara. Y la provincia de Ciudad Real supo demostrarlo a sí misma en momento de crisis nacional muy parecida a la presente«. Afirmaciones descalificatorias para el Centro político, que merecieron la réplica de UCD, contra Rato y contra su llamado ‘Clan financiero-electoral’ que «se presentan como independientes cuando todos saben que es la base de la antigua AP«. Eso, dicho ya en 1979 ‘Clan financiero-electoral’, sin necesidad de saber aún dónde estaba el Fondo Monetario Internacional.
Una Coalición Democrática cuyo cartel de candidatos al Congreso y al Senado, parte pues de ese ‘Clan financiero-electoral’, que resultan hoy irreconocibles y desaparecidos. Con la salvedad de dos de los aspirantes al Senado, Domingo Triguero y Francisco Cañizares, visibles aún, aunque retirados de la política activa. Y con extraños vasos comunicantes entre la saga familiar de Francisco Cañizares de Lera, y su hijo homónimo al frente de la candidatura regional del Partido Popular, treinta seis años después.
El despliegue de Coalición Democrática, CD abreviada, en la campaña fue extraordinario como se puede revisar en los medios del momento, donde se presentaba como ‘El centro derecha que podría traer la prosperidad’; casi tanta como trajo a los publicitarios, imprentas y agencias del momento. Incluso predicaba entonces y con retranca gallega, que ‘Las cosas no están centradas’, por ello se trataba de «Ordenar bien las cosas«.
El día 20 de febrero, el candidato por Ciudad Real Rodrigo Rato, acompañaba al Presidente Fundador, Manuel Fraga, en su intervención televisiva-electoral, y de ello se daba cuenta a página completa en el diario ‘Lanza‘. De igual forma que en los días previos CD había contado con apoyos muy significativos de José María Ruíz Gallardón (presentado como ‘el filósofo de ABC’), del general Prieto y de José María Areilza. Una presencia de líderes nacionales muy por encima de los actos de propaganda, tanto de UCD como del PSOE. Igual que contrastaba entonces la debilidad económico-propagandística de las restantes fuerzas en liza. Muchísimo, poderío Coalición Democrática; menos poder UCD; casi nada el PSOE; y las demás fuerzas políticas un agujero.
Visto desde hoy el mes de abril sigue siendo tan cruel como fijara Thomas Stearn Eliot, al decir en sus ‘Cuatro cuartetos’ que «abril es el mes más cruel«, No digamos nada, cómo será de cruel para Rodrigo Rato y Figaredo, que tras su campaña de Ciudad Real en el año 1979; en 1982 le llegaría la vez a la provincia Cádiz, donde obtendría un escaño y daría comienzo a su escalada rutilante en la política y las finanzas. Hasta llegar a la plenitud madrileña y ¿abrileña? de la Vicepresidencia Económica del primer gobierno de Aznar, ya como Partido Popular, en 1996. Con la prolongación de 2004 del Fondo Monetario. También Lazard y luego Santander, en cometidos diversos de Alta Dirección, en 2007 y 2008; rememorando sus años estudiantiles en Berkeley en los lejanos 70, donde atisbó los rudimentos de una Ciencia Económica, que le sería de alta utilidad y de enorme beneficio personal. Hasta llegar a la plenitud rocosa y mafiosa de Caja Madrid/Bankia en 2010.
Para llegar Rato, un atardecer abrileño con las lilas en sazón y perfumando el aire de 2015, a representar en otra clave mesetaria la afamada y dramática ‘La caída de los dioses’. Un título original italiano, ‘La caduta degli dei’ dirigida por Luchino Visconti, que bebe del homónimo wagneriano de la ópera, ‘El ocaso de los dioses’, o también ‘Götterdämmerung‘. Obra la viscontiniana que relata el ascenso y caída de los Essenbecks, una familia adinerada dedicada a la industria de acero que comienza a hacer negocios con el Partido Nazi en el Tercer Reich. Y que terminará perdida entre los vendavales de la historia y en el enorme lodazal de la guerra. Casi como Rato.
Periferia sentimental
José Rivero
Olé. ¡Gran tabajo de hemeroteca!
Rodrigo «de» Rato, Fraga con una coalición democrática. Las hemerotecas siempre son como el Hubble que te descubre estrellas lejanas que te dejan impresionado.
Por cierto, estrellas que explotaron hace muuucho tiempo, cuyo «destello» nos llega ahora.