Este martes, a partir de las 18:30 horas en el Antiguo Casino, Ganemos Ciudad Real ha organizado una mesa redonda para debatir acerca de las consecuencias del Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) entre EEUU y la Unión Europea. Se abordará este acuerdo desde punto de vista del consumo responsable, la soberanía alimentaria, la sanidad y los derechos laborales. La coalición llevó a cabo una concentración este pasado sábado contra este tratado internacional.
Intervendrán Paco Trillo, profesor de Derecho del Trabajo de la UCLM, Eduardo García del Castillo, médico miembro de la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública, y Celia Naharro Salas, del Colectivo de Organización Local (COL).
El objetivo, según ha explicado esta mañana Antonio Espinar, que ha presentado la mesa redonda junto a Carmen Soánez, es divulgar los entresijos de esta negociación, «que se está llevando a cabo de espaldas a la ciudadanía y a los parlamentos nacionales». Tras las exposiciones se dará paso a un debate abierto en el que se tratarán las diferentes áreas de impacto del tratado.
Según Espinar, es causa de preocupación «la opacidad y secretismo» con que se están celebrando las negociaciones, así como la influencia de las multinacionales en las mismas. Recordaba que en el 92 por ciento de las reuniones sobre este tratado se ha sentado a la mesa a estas grandes empresas. Por ello, considera que, lejos de beneficiar al libre comercio, la competencia quedará desequilibrada en favor de las grandes multinacionales. Además, advierte de que el tratado afectará a los derechos laborales y tendrá un impacto importante sobre el consumo y la seguridad alimentaria. También, respecto a los servicios públicos, como la sanidad, la educación y servicios sociales, señala que sufrirán un «proceso de privatización. Por último, subrayaba las posibles agresiones que ocasionará al medio ambiente. Todo, «en función de los beneficios de las grandes empresas.»
Asimismo, Espinar advertía del blindaje con el que se pretende proteger a las grandes multinacionales. «Estas empresas podrán denunciar a los gobiernos que legislen en contra de sus intereses a través de mesas de arbitraje, estando por encima de las justicias nacionales». Además, destacaba que se trata de un tratado vivo, que diseñará las normas del futuro, por lo que la capacidad normativa ciudadana quedará mermada.
Menos mal que alguien se preocupa de dar información de asuntos tan importantes y transcendentales y que los gobiernos se afanan en ocultar.
Alli estaré.