‘La humanización de los cuidados en el paciente anciano’ fue el título de la última sesión general impartida recientemente por las enfermeras del Hospital General ‘La Mancha Centro’ de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) África Avilés, Amparo Onieva y Lucía López en este centro dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM).
La ponencia, que fue elaborada conjuntamente por estas profesionales que ejercen su labor en Unidad de Hospitalización de Medicina Interna I del hospital alcazareño, tenía como objetivo establecer un plan de cuidados basados en la humanización y atención al paciente geriátrico, y promover una relación de empatía con el paciente anciano.
La humanización de la asistencia se va a centrar en la persona en sí, pero “no sólo en su esfera biológica, también hay que considerar lo que la enfermedad significa para la persona que la padece y cómo la vive en su entorno”, según las profesionales de enfermería.
Las enfermeras de Medicina Interna trasladaron al resto de sus compañeros las situaciones que más frecuentemente se encuentra el personal de enfermería en su práctica con ancianos para humanizar.
Comenzaron por la higiene, en la que consideran fundamental preservar la intimidad de los pacientes mayores, por ejemplo, con acciones como echar las cortinas y cerrar la puerta, para poder realizar el aseo de forma integral.
En cuanto a la nutrición, hay que satisfacer sus preferencias en la medida de lo posible y facilitar la elección de dietas, intentado que el momento de la comida sea relajado.
Otro de los puntos abordados fue la movilización, en la que señalaron que es necesario realizarla sin brusquedad y utilizando medidas de confort (cambios posturales, colchones antiescaras o almohadas) para evitar la aparición de úlceras por presión.
Así mismo, las enfermeras trasladaron al resto de sus compañeros que en el ‘síndrome confusional’ hay que tomar medidas orientadas a tranquilizar al paciente, como la iluminación adecuada, evitar ruidos innecesarios, tratarlos por su nombre y con un lenguaje sencillo.
En el final de la vida, los cuidados deben ir orientados a la limitación del esfuerzo terapéutico, el uso correcto de la sedación y proporcionar una muerte adecuada.
Escuchar y usar la comunicación no verbal
Entre las actitudes de la enfermería para dar cuidados humanizados, las profesionales de Medicina Interna destacan la necesidad de escuchar, que no es lo mismo que oír. “Al escuchar transmitimos al otro nuestra disponibilidad para comprender sus sentimientos y situaciones y no para sólo responder”, indican.
Así mismo, destacan el uso de la comunicación no verbal, “muy importante porque muchas veces los ancianos no pueden comunicarse verbalmente”, por ello, “los gestos y la expresión corporal son esenciales”.