La consejera de Agricultura del Gobierno autonómico, María Luisa Soriano, ha afirmado que “la puesta en marcha del Laboratorio Regional Agroalimentario y Ambiental de Castilla-La Mancha (LARAGA) nos permite optimizar los recursos humanos y económicos y mejorar la calidad y rapidez de respuesta en los análisis agroalimentarios y ambientales que realizamos desde el Ejecutivo regional”.
En este sentido, ha indicado que su creación “se enmarca en la línea de Gobierno que está impulsando la presidenta María Dolores Cospedal, que implica simplificación administrativa, racionalización de los recursos humanos y materiales, centralización de compras, mayor especialización y profesionalización, mejora de la calidad del servicio y ahorro de costes a los ciudadanos».
Soriano ha inaugurado esta mañana las instalaciones del LARAGA en Toledo, en la que se ubica la Unidad Analítica Regional Agroambiental; mientras que la otra sede, en Talavera de la Reina, acoge la Unidad Analítica Regional de Sanidad Animal. Además, en cada provincia se habilita un centro de recogida de muestras para facilitar y agilizar los procedimientos y mejorar los mismos en la cadena de custodia.
La consejera ha explicado que el LARAGA surge de la fusión -bajo una misma coordinación y dirección- de las unidades de análisis de 15 centros, proceso que se ha llevado a cabo de forma escalonada desde el año 2012.
También ha señalado que el LARAGA “cubre las necesidades para los servicios de inspección y control de la Consejería de Agricultura en todos sus ámbitos de competencias, con analíticas que cumplen las normas ISO, acreditadas por AENOR”.
Asimismo, Soriano ha indicado que “este laboratorio pone a disposición de los sectores agroalimentario y ambiental de Castilla-La Mancha sus servicios sin competir en precios de mercado con otros centros de control privados, para cumplir así con las reglas de libre competencia».
El laboratorio cuenta con un amplio catálogo de servicios en materias sanidad animal y vegetal, análisis de productos derivados de la uva, análisis genómico, calidad del aire, control agroambiental, ensayo para la certificación de semillas, plaguicidas, fertilizantes, uso ilegal de venenos, análisis del plan de expansión del lince, piensos, residuos, mieles o aceites, entre otros.
Ahorro del 62 por ciento en costes estructurales
La titular de Agricultura ha destacado que, además de las mejoras en el servicio, la unificación de los análisis en dos centros de referencia supone un ahorro de costes estructurales del 62 por ciento, al pasar de 5,6 millones al año a 2,1 millones, a lo que hay que sumar que la centralización rebaja el coste de materiales en otro 43 por ciento, reduciendo la cuantía de 625.000 a 375.000 euros por ejercicio.
En este punto, ha asegurado que “el LARAGA pone fin a muchos despropósitos de la etapa socialista, en la que algunos centros contaban con aparatos de última generación y alto coste sin utilizar y unidades de análisis con escasa carga de trabajo”, y ha puesto como ejemplo que en el año 2011 en algún laboratorio de la región cada muestra realizada suponía un coste de 362 euros solo en personal debido a la infrautilización de algunos centros».