Eusebio Gª del Castillo Jerez.- Alrededor de un centenar de personas han participado esta mañana en la marcha de protesta contra el vallado de la Laguna de la Posadilla, en la pedanía ciudadrealeña de Valverde. Los manifestantes han reclamado que se permita al acceso a este enclave natural, situado en el interior de una finca privada. Han apelado al «sentido común» frente al «caciquismo» y han advertido del «fuerte impacto ambiental» que provocará el vallado del entorno del cráter.
El día amanecía nublado, pero la lluvia respetó al grupo de activistas que partía de la plaza de Valverde en dirección a la alambrada que impide el acceso a la Laguna de la Posadilla. Familias de la pedanía, ecologistas, vecinos de Ciudad Real, ecologistas y representantes de partidos políticos, como Izquierda Unida y el PSOE, han participado en esta acción de protesta.
Miembros del colectivo ecologista Quercus de Alcolea de Calatrava advertían del impacto ambiental que supondrá el vallado la laguna. Un hecho que se ha producido después de que fuera declarada monumento natural. «Han sido muchos los intentos del propietario para lograr el vallado de la laguna y que nadie pase por su finca. Una vez más vemos que ha podido el caciquismo contra el sentido común», lamentaban.
Además, comentaban que no se trata de la única laguna de la zona a la que «se ha permitido el destrozo de su identidad. A tan sólo seis kilómetros de aquí, otra laguna en Alcolea de Calatrava fue destina a ser el vertedero del pueblo». Citaban otros ejemplos, como las lagunas del Lucianego y la Camacha, situadas en una misma comarca y con las mismas condiciones de «desprotección», lo que habría provocado «un grave deterioro de su ecosistema».
Ya junto a la alambrada, después de un recorrido de 2,7 kilómetros, Máximo Florín, profesor de la Escuela de Ingenieros de Caminos de Ciudad Real, explicaba el origen de la Laguna de la Posadilla. «En esta zona, en el Campo de Calatrava, los Montes de Toledo tenían un foco de influencia volcánica, uno de los principales de España. Las cuarcitas -antiguos granos de arena marinos- que forman esta sierra se rompen fácilmente. A través de las grietas que surgen se va filtrando la lluvia, formando unas tuberías por las que circula el agua». En esta zona volcánica, añadía, la lava entró en contacto con el agua y se produjeron fenómenos explosivos, con una «violencia brutal» en algunos casos. Florín señalaba que La Laguna de la Posadilla o de Fuentillejos, es un cráter típico de explosión, con la particularidad de que está ladeado. La zona más al sur del cráter se mantuvo en pie, no así hacia donde rompió, en dirección a la pedanía de Valverde.
«La de la Posadilla es una laguna de sierra y una de las singularidades que posee es que su agua permanece turbia, pero de forma natural, por una particularidad química, no porque reciba ningún tipo de vertido. Además, el agua no tiene una apariencia naranja, como curre en terrenos arcillosos, sino que tiene un color lechoso, algo único en España», subrayaba.
Carmen Soánez, concejala de Izquierda Unida, calificaba de «barbaridad» el vallado de la laguna. «Además, han arado el entorno y, según los expertos, supone un peligro para la fauna que acude a La Posadilla». Opinaba que «no se puede poner puertas al campo» y ponía de manifiesto el enfado de los habitantes de la pedanía de Valverde «porque es su zona de esparcimiento de toda la vida».
Por su parte, el concejal socialista Alberto Lillo afirmaba que esta laguna es uno de los monumentos naturales más significativos de la provincia, singular a nivel nacional. Según Lillo, la riqueza natural del enclave tiene un gran potencial turístico y educativo. Sobre el vallado, decía que «es una cacicada más de las que están permitiendo desde la Junta de Comunidades y otro desprecio hacia Valverde». Asimismo, afirmaba que es compatible la propiedad privada con el uso y disfrute por parte de la ciudadanía de un enclave como el de la Laguna de la Posadilla. «Siempre lo ha sido. Los caminos públicos hay que mantenerlos abiertos y, a la vez, educar en el respeto a la naturaleza». Según el concejal socialista, no existen motivos que justifiquen un vallado por seguridad. En ese sentido aseguraba que «aquí no ha habido nunca una falta de respeto al espacio natural».
El vallado es un hecho deleznable. No pude asistir y lo lamento. Es un espacio extraordinario cuyo disfrute, como ha venido sucediendo hasta hace poco debería estar a disposición del público, con el debido respeto del que hasta la fecha se había venido haciendo gala por los amantes de la naturaleza y el esparcimiento.
Espero, ante la segura perseverancia de los autores del vallado, este tipo de manifestaciones se reiteren.
Espero no fallar en la próxima, y de contar con mayor publicidad ójala se multiplicara por 10 el número de asistentes.
La valla no cierra por completo la laguna. Si vas desde El camino que sale desde la carretera de Corral-Alcolea no os encontrareis valla. En realidad se corta poco mas de adentrarse en el olivar de la finca de la Posadilla (lo suficiente como para que parezca que sigue si se ve desde el camino) por lo que teóricamente supongo que se podrá seguir accediendo a la laguna desde el otro lado. Una vergüenza lo del vallado de la laguna, y mas que se haga con fondos públicos en época de crisis donde en mi opinión hay otras prioridades.
[…] edil recordaba la marcha que se realizó el pasado mes de marzo, en protesta por el vallado que instaló en el perímetro de la finca donde se encuentra la Laguna […]