Según explica la presidenta de la asociación Francis López Menchero, hasta la mañana del miércoles, han sido ya unas 200 docenas de rosquillas las que han salido de los fogones de la cocina de San Roque. Todo aquel que quiera colaborar puede acercarse a la ermita de San Roque en horario de mañana y tarde hasta el viernes.
«Desde las ocho de la mañana hasta pasadas las doce de la noche». Este es el horario de trabajo que, desde el pasado lunes y hasta el próximo viernes, la asociación de vecinos del barrio de San Roque emplea para la elaboración de sus rosquillas solidarias.
Según explica la presidenta de la asociación Francis López Menchero, hasta la mañana del miércoles, han sido ya «unas 200 docenas de rosquillas» las que han salido de los fogones de la cocina de San Roque. Todo aquel que quiera colaborar comprando sus rosquillas puede acercarse a la ermita de San Roque en horario de mañana y tarde hasta el viernes. «Si hay se las lleva y si no, se le da cita», explica López Menchero, aconsejando en cualquier caso, «no aguardar al último día para comprarlas» ya que las rosquillas solidarias de San Roque, lejos de quedarse únicamente en la localidad, también viajan a lugares tan dispares como Valencia, Toledo, Barcelona, Madrid o incluso Inglaterra.
Este año, el dinero recaudado irá destinado a la construcción de viviendas en Santo Domingo. López Menchero animaba en los micrófonos de Radio Daimiel a colaborar con esta causa solidaria y agradecía su colaboración a las vecinas del barrio que consiguen año tras año, además de colaborar con los más necesitas, alegrar el paladar de los que consiguen saborear al menos una de estas rosquillas.