Podemos Almagro.- El estupor y la sorpresa se han extendido entre la población almagreña al asistir con asombro a la demolición de la conocida como “casilla de los jardineros” situada en el Paseo de la Estación, una intervención de la que apenas se ha informado a la ciudadanía si exceptuamos una exigua reseña en la página web del consistorio dirigido por Maldonado que no ha hecho sino acrecentar la incertidumbre y la confusión.
Y es que una vez más la premura y la improvisación han marcado las actuaciones del Ayuntamiento de Almagro, máxime cuando la acometida de esta obra tiene visos de derivar en un previsible endeudamiento, además de alejarse mucho de los procedimientos de transparencia mínimos exigibles para la realización de cualquier obra pública donde la información a la ciudadanía debería ser completa, indicando de manera pormenorizada aspectos tales como las ofertas de contratación de dicha obra, las respuestas de las empresas que han optado a la mismas o que los contratos y lasfacturas sean de público conocimiento.
Son numerosas las interrogantesque genera esta construcción comenzando por la propia denominación de la misma, “Centro Multifuncional”, un concepto neutro y vago acuñado por el consistorio para sus 112 m2, distribuidos en tres salas, un baño adaptado y un despacho, generándoseigualmente una duda razonable en lo que respecta a quién ocupará dicha dependencia. Según algunas fuentes consultadas todo apunta a que había que justificar el gasto del dinero concedido, 96.486 €, ahí es nada, en la construcción de lo que fuera, surgiendo una mente “brillante” que no maravillosa, que debió sugerir que la caseta de los jardineros del Paseo de la Estación era una buena opción.
Y es que una de las claves de la inquietud generada entre la ciudadanía almagreña emana de la obtención de las dos subvenciones con las que se sufragará esta obra de la discordia. Por un lado el Ayuntamiento de Almagro ha recibido una subvención de la Asociación del Campo de Calatrava que promete cubrir el 35 %, planteando este organismo que dicho montante debe utilizarse para la realización de una obra de mejora y remodelación de un edificio público con la condición de que genere un puesto de trabajo, entrando esta condición en colisión directa con las bases de la segunda subvención, esto es, la concedida por la Excma. Diputación Provincial de Ciudad Real, ya que estas bases indican que se entregará la cantidad de 41.370 €, siempre y cuando la obra que se realice sea financieramente sostenible, es decir, que una vez finalizada no haya que gastar más dinero en su mantenimiento. Sin duda exigencias contrarias u opuestas que pueden generar en un futuro no muy lejano una nueva situación económica complicada, generada una vez más por el consistorio y que sufrirán por enésima vez los vecinos y vecinas de Almagro.
Pero si hay algo que llama poderosamente la atención es la premura, que podría calificarse de improvisación, con la que se ha producido todo el proceso ya que por una providencia de la alcaldía de Almagro publicada el 15 de diciembre de 2014, se inicia un procedimiento por vía de urgencia, “vía de prisas” sería más acertado decir, y “negociado sin publicidad” para la rehabilitación de la casa del guarda, sita en Paseo de la Estación sin número.
Precisamente estas prisas indican que alguien no ha hecho, una vez más, su trabajo, ya que la Asociación del Campo de Calatrava había concedido la subvención para remodelación de edificio municipal el 25 de junio de 2013, finalizando el plazo para presentar los documentos legales y recibir la subvención el 25 de diciembre de 2014, con la condición añadida de que las obras se iniciaran antes de que terminara el año.
Es decir, el Ayuntamiento de Almagro no ha sido capaz de gestionar los trámites de esta subvención en ¡18 meses!, resolviéndolo recientemente “deprisa y corriendo” en quince días. Y es que llueve sobre mojado, recuérdese el estrepitoso fiasco que supuso el “olvido” por parte del consistorio almagreño de la solicitud de subvención para financiar los planes de empleo que concedía la Excma. Diputación de Ciudad Real.
Súmese a este cúmulo de despropósitos las contradicciones en las que incurren todos los documentos publicados hasta el momento sobre esta acometida, ya que tanto en la providencia de la alcaldía, como en el Pliego de Cláusulas administrativas, los planos o en la “Memoria técnica” de electricidad queda claramente indicado que se trata de un “Proyecto de remodelación de edificio municipal para centro multifuncional” cuando lo que debería indicarse es “Proyecto de demolición y obra nueva” ya que lo que se ha producido en realidad ha sido la demolición del antiguo edificio. Fuentes de toda solvencia apuntan a que de haberse presentado en los términos legalmente establecidos hubiera tenido que intervenir la Comisión de Patrimonio, viniendo a la memoria de los almagreños el tirón de orejas de la misma a la más que cuestionable intervención de blanqueo de parte de los corredores del patio de la Universidad Popular de Almagro que el Sr. alcaldeLuís Maldonado promovió.
Dentro de todo este asunto, un hecho destaca especialmente por su patetismo, y es que en el “Pliego de cláusulas administrativas particulares para la adjudicación del contrato de obras…” aparecen al final documentos del Ayuntamiento de Miguelturra relativos a la remodelación (esta sí) de su Biblioteca Municipal de la casa de los capellanes de la Orden de Calatrava. Todo apunta a que algún técnico del consistorio almagreño ha tomado como referencia y modelo el texto del ayuntamiento miguelturreño, copiándolo en iguales o parecidos términos olvidando borrar dicha indicación que aparece al final, según explican algunas fuentes, “la chapuza en la redacción del pliego dice mucho de la premura con que ha sido redactado”.
Como penúltimo capítulo de este sainete de la mediocridad, según reza en el pliego de condiciones, la realización de la obra se le otorgaría a aquella empresa que ofertara la cantidad más elevada para equipamiento y mejora del edificio. Una empresa de Ciudad Real ofreció en torno a 12.000 €, retirándose de la puja; un segundo concursante ofreció unos 3.000 €, pero también se retiró; y finalmente la obra ha sido adjudicada a la empresa Hermanos Ruiz de la Rubia, que ofertó solo 1.000 €, surgiendo inevitablemente la pregunta de por qué se ha concedido la obra a quien ofertó la cantidad más baja para equipamiento de la misma.
En cuanto a la parte técnica, el proyecto ha sido asignado al arquitecto José Carlos Menasalvas Serrano, colaborador habitual del actual arquitecto Municipal, Emilio Caminero, con el que el primero ha realizado numerosas obras particulares según Google. Aun no habiendo nada ilegal en ello, sorprende el proceso por el que un funcionario público ofrece, por vía de urgencia, un suculento trabajo a un compañero de profesión. Según afirmanalgunos vecinos “en una sociedad democrática, eso puede ser uso de información privilegiada, tráfico de influencias y, en determinadas circunstancias, delito”.
Y es que fruto de la improvisación nos encontramos, una vez más, con la falta de un estudio previo de las necesidades reales de la localidad, careciendo esta precipitada actuación de un verdadero plan de viabilidad que deje claras cuáles son las carencias que supuestamente van a cubrirse, además de adolecer de una garantía total de transparencia en las relaciones entre el Ayuntamiento como administración pública y los profesionales liberales, surgiendo a todas luces relaciones que bajo el velo de los legal esconden actuaciones ética y estéticamente rechazables. Solo queda esperar que toda esta situación en torno a este “Centro Multifuncional” no derive en otra disfuncionalidad del Ayuntamiento de Almagro que al final tendremos que pagar los ciudadanos y ciudadanas.