El pasado 18 de febrero, publicaba en estas páginas de Miciudadreal Estanislao Z. Navas, un texto sobre el centenario de la declaración como Monumento de la Puerta de Toledo. Y a él me remito en algunas de las consideraciones sostenidas; particularmente las relativas a los informes preliminares de Antonio Blázquez, que dieron pie a la solicitud corporativa de la Comisión Provincial de Monumentos en pro de tal declaración, y algunas otras aportaciones de Bernardo Portuondo.
Daba cuenta, el texto citado de E. Z. Navas, de los pormenores de la actuación en curso, del así llamado “Proyecto de Restauración y Ordenación del Entorno de la Puerta de Toledo. Ciudad Real”; responsabilidad de los firmantes Clemente San Román, Cercós García, Ramírez González y García de Miguel, y promovido por Fundación Caja Madrid. Y que ya ha sido objeto de algunos comentarios e impresiones, no siempre coincidentes; por más que la Corporación Municipal actual haya tratado de magnificar la potencia y la calidad de la actuación, como argumento central del mandato que se está cerrando en estos días.
En el apartado 3.3. de los documentos alusivos del referido proyecto, se exponía su contenido como el del ‘Estudio histórico-documental urbano y tipológico de la puerta y su entorno‘. Omitiendo tal estudio, hasta donde conozco, las actuaciones precedentes verificadas en la Puerta de Toledo como parte de esos antecedente que permitan entender la evolución en la valoración, tanto de la pieza arquitectónica como de las intervenciones practicadas en el tiempo. Actuaciones de los años 70 y 90 del pasado siglo; y sobre todo la que comentamos a continuación.
Y que por razones, que no vienen al caso, he podido conocer con posterioridad al 18 de febrero, algunos documentos de una, desconocida para mí, propuesta del Proyecto de Reforma de la Puerta de Toledo de 1920, firmado por el Arquitecto Provincial Telmo Sánchez y Octavio de Toledo. Sospecho que como base de alguna actuación que quizá no llegó a verificarse, a tenor del análisis de las imágenes disponibles con posteridad a 1920. Imágenes que arrojan el doble problema de las humedades no resueltas durante largos años; tanto en el plano de cubierta de la mole pétrea, como en la capilaridad ascendente sobre las piezas del zócalo.
El proyecto de Telmo Sánchez realiza una doble intervención, como puede desprenderse desde el análisis de los dibujos disponibles. Por una parte se producía la actuación en el cuerpo superior de la Puerta, con el coronamiento del cuerpo almenado; de claras reminiscencias medievalistas muy discutibles, aún entonces. Y por otra, se verificaba un tratamiento del entorno, a través de una suerte de rotonda o andén, dimensionalmente muy ajustado, para dar continuidad a un incipiente esquema viario de las Rondas y de la carretera de Toledo.
Tratamiento altamente discutible, por la proximidad de la vía rodada al cuerpo de edificación histórica (esquina contra bordillo, más o menos); que además parecía comportar las demoliciones de los flancos de muralla existentes aún en esa fecha, y que se irían completando con las demoliciones de los años venideros de la década y de la siguiente. Además de ello, esos flancos murados se veían, en la parte exterior norte de la Puerta, flanqueados por las aguas estadizas de un charca o charcón, que llegaba a reflejarse en el plano de Emplazamiento; y que de hecho, venía suponiendo uno de los continuados males persistentes sobre las piedras de la parte baja de la Puerta.
De la misma manera que la actuación rehabilitadora, dejaba la torpe presencia del fielato (caseta y báscula) en el lateral este y en proximidad a los terrenos del cuartel; por escapar ello, suponemos, de las competencias de la entidad promotora de la actuación. Como si la persistencia de la condición fiscal de Puerta y Muralla, fuera más importante que la condición misma de resto histórico y ya declarado Monumento.
Un debate similar al de años atrás al esgrimirse la titularidad del recinto, entre los Ministerios de Guerra, titular de la Muralla y Puertas, dado su carácter defensivo de las poblaciones; y del Ministerio de Hacienda, responsable de la estructura de los fielatos.
Otra cosa diferente será comparar las propuestas de 1920 y de 2009, para entender cómo, a pesar del paso del tiempo y de su peso inequívoco, las historias se repiten.
Periferia sentimental
José Rivero
Nuevamente, el maestro da una lección. Gracias don José!!!