Los campus universitarios de las cinco provincias han celebrado durante la mañana de este viernes catas comentadas para acercar la cultura de este producto entre los que serán sus futuros consumidores. La actividad, enmarcada dentro de las actividades de la II Cumbre Internacional del Vino, ha contado con una gran respuesta entre la comunidad universitaria, superando los más de 400 estudiantes.
Los encargados de introducir a alumnos y profesores en el mundo de la cata han sido los miembros de la Asociación de Enólogos y del Colegio Profesional de Enólogos de Castilla-La Mancha. Luis Bravo, conductor de la cata en el Campus de Toledo, ha comentado su sorpresa por el interés mostrado por los estudiantes que no han dudado en “romper cualquier barrera generacional que a priori pudiera existir sobre el vino”.
Al tratarse de una cata dirigida a un público no iniciado, el enólogo ha estructurado la actividad en la prueba de cuatro varietales de diferentes zonas productoras de la región. Luis Bravo ha explicado a los participantes las principales fases en las que se divide la cata para posteriormente introducirles en cómo detectar los aromas, sabores y tonalidades más persistentes.
De igual modo, el conductor de la actividad ha resuelto algunas de las dudas más habituales que se han presentado respecto a cómo coger la copa, cómo diferenciar matices en boca o el ritual de descorchar una botella.
La iniciativa, promovida por el Gobierno de Castilla-La Mancha con la colaboración de diferentes entidades profesionales ha trasformado por unas horas el tradicional aspecto de pasillos y aulas, intentando servir de aliciente para invertir la tendencia de bajos datos de consumo saludable de vino entre jóvenes.