Miguelturra entierra con todos honores a la sardina

Nota municipal.- Sobre las cinco y media de la tarde de este Miércoles de Ceniza, fiesta local en Miguelturra, la peña La Cabra puso en la calle el entierro de la sardina con el que se llega al ecuador de una fiesta que esta declarada de interés regional. El carnaval de Miguelturra vivió en la tarde del miércoles el momento de mayor «dolor» de la semana.
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Familiares, amigos y numerosos simpatizantes, que se sumaron a la «consternación general» por tan apreciable pérdida, se congregaron en las inmediaciones del Bar Ganadero, para desde allí, continuar la comitiva por las calles Toledillo, Tercia, Lentejuela, Damián Corral, Rodeo, Avenida del Carnaval, Plazas de España y de la Constitución, Ramón y Cajal y Perlerines, donde se producía, en la explanada ubicada cerca de la Casa de la Cultura, la incineración de esta «fresca criatura».

El tiempo, soleado pero ventoso, en este quinto día del Carnaval de Miguelturra, quiso sumarse al cortejo fúnebre, lo que conllevó un gran número de dolientes en la comitiva y de gente a su paso.

Entre los dolientes Serafín Delgado, Rey del Carnaval y presidente de la Peña La Cabra, junto al pequeño Nicolás, que no quiso perderse este óbito.

Serafín, muy consternado, por tan irreparable perdida comentaba que era «mucho el dolor que sentía, por la perdida de la sardina», pero a la vez se mostraba «muy contento por como se esta desarrollando el Carnaval, con muchas mascaras callejeras y gran participación, sobre todo de la juventud».

Junto al Rey del Carnaval y presidente de la Peña la Cabra las Máscaras Mayores de este Carnaval, Dioscórides Martín de Lucía Mohíno y Verónica Martín Mora (pertenecientes a la Peña Siglo XXI), que notificaban que «todo esta resultando maravilloso en este reinado. Decían sentirse «muy tristes ya que se acaba esto, aunque estemos en el ecuador del Carnaval y tengamos un día más».

Junto a ellos, las del año pasado Julián Arévalo y Pilar García, la concejala de festejos Luz María Sánchez., que informaba que «uno de los entierros que ha contado con mas participación, con respecto a otros años, pese al viento y el frío, pero el calor lo ponen los ciudadanos y ciudadanas de Miguelturra con su participación y presencia. Pese a que es un día de duelo, se nota que «la gente esta disfrutando con respeto y alegría», todos los días del carnaval, al que le restan aun muchos concursos, ya que para mañana jueves se celebrara el tercer concurso de Tu Careta Me Suena; la noche del viernes, la proyección de un documental sobre Carnaval de Miguelturra, en el Teatro Cine Paz, los Concursos de Trajes «Museo del Carnaval» y de «Murgas y Chirigotas». El sábado será el turno para la Carrera de Mascaras, además de una practica de aerozumba y baile de Airun Fitness, y el concurso de «Drag Queen» y la programación oficial de las fiestas se cerrará en la tarde del domingo con el Concurso Regional de Murgas, Comparsas y Carrozas».

Con ellos Máscaras Mayores de años anteriores y representantes de las quince peñas que tiene el ‘Carnaval Churriego’.

Todos muy compungidos, para despedir a la sardina, ya que su entierro es uno de los actos por excelencia de los carnavales de Miguelturra.

De azul y plata, y llevada a hombros por cuatro jóvenes, comenzó su tradicional recorrido entre llantos, risas, y música carnavalera, con la compañía de dos «alegres charanga, que ayudaron a quitar las penas por tan lamentable pérdida», ante la mirada de los ciudadanos que salieron a la calle y a las puertas de sus casas a despedirla.

Centenares de personas acompañaron a Doña Sardina en su viaje sin retorno hacia la explanada de la Calle Perlerines. Nadie faltó a acompañar a Doña Sardina a su última morada. Cardenales, curas, monjas, señoras con pamela y altos tacones, prostitutas soportando el peso de su no deseado embarazo, sus chulos y gentes de todos los estamentos sociales, acompañaron apenados a la sardina.

La mayoría enfundados en el luto riguroso, aunque también había alguno y alguna que «rompen con el negro», para acompañar a los componentes de la peña La Cabra, organizadora como cada año del entierro de la sardina.

Ya en la explanada de la calle Perlerines, donde anteriormente, hasta la construcción del CERE, se montaba el Palacio del Carnaval, se procedió a la quema de la difunta, entre los sollozos, ayes, pataleos, desmayos y penas de sus acompañantes.

Posteriormente una vez consumida la sardina en las llamas de la hoguera, en la caseta de la Peña La Cabra, en el Pradillo de Clavería, se asaron dieciséis cajas de sardinas, que los dolientes degustaron, que ayudaron a recuperar fuerzas y aliviar las penas.

Aunque el Entierro de la Sardina, es el origen de los más impresionantes y penosos cuadros humanos que un mortal pueda contemplar en esta vida de lágrimas, sirve para que Don Carnal ceda paso a Doña Cuaresma, en Miguelturra aún queda mucho Carnaval que disfrutar hasta el próximo Domingo de Piñata.

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