La sardina difunta pero enhiesta espera en la carroza fúnebre instalada en la Plaza Mayor a que comience su entierro. Será a las 19:00 horas, cuando la compañía Guirigay represente un breve teatro de calle. A continuación, el cortejo funerario realizará un desfile carnavalesco con demonios de fuego, zancudos, malabares y charangas por las calles del centro de Ciudad Real.
El recorrido del desfile será el siguiente: Plaza Mayor, calle General Aguilera, Plaza del Pilar, Plaza Cervantes y Plaza Mayor. Los restos de doña sardina serán trasladados desde su capilla ardiente hasta la hoguera, donde será incinerada para deleite de los presentes.
El evento, organizado por la Concejalía de Festejos y la Federación de Peñas concluirá con una «gran» sardinada en la Plaza Mayor para todos los asistentes al sepelio en homenaje a la difunta.
Esta mañana debo reconocer que, cruzarme con la sardina, ha sido vivir un momento de mezcla entre el neorrealismo y el sainete español, que es donde mejor se movía Berlanga.
Cuando iba por la calle Alarcos, ha habido un momento en el que se han mezclado las voces de los manifestantes de ¿CCOO? Creo, con la sardina, la banda y los acompañantes (creo que los chavales y chavalas del Centro Guadiana).
La verdad es que me ha dado muchas cosas que pensar. Entre otras, que había más policías y vallas protegiendo la subdelegación que sardineros y protestantes.
Una imagen que me va a dar vueltas varios días…Ayyy si viviera Berlanga: un carnaval muerto, un sindicato muerto, la libertad de expresión muriendo y cuatro gatos en la calle bailando muertos de frío bajo la mirada heladora de la policía…. La realidad supera a la ficción.