Miguel Ángel Mora Cuesta.- Domingo 8 de febrero de 2015. Esperanza Aguirre, dicharachera y pizpireta, tras atacar a Podemos en 9 de cada diez preguntas da por terminada de mala manera una entrevista con Jordi Évole.
Domingo 15 de febrero de 2015. En el mismo programa, el Ministro del Interior, titubeante en todas sus respuestas, defiende argumentos de la extrema derecha francesa de la señora Le Pen diciendo que estaría dispuesto a dejar pasar a todos los emigrantes del Monte Gurugú si encontrara familias españolas que se responsabilizaran de su mantenimiento y asistencia. Lo que no explica es que esas familias españolas pagan sus impuestos para que el gobierno de turno cumpla con todos los tratados firmados por España en materia de inmigración, incluido el derecho de asilo de muchos de esos inmigrantes. Tampoco informa sobre el traslado de estos inmigrantes por parte de la policía marroquí a tierra de nadie y la destrucción de esos campamentos bajo la supervisión aérea de helicópteros españoles.
Semana del 8 al 15 de febrero de 2015.- El Ministro Margallo nos bombardea con datos sobre la deuda que los griegos mantienen con España que cifra en 32.000 millones de euros mintiéndonos, ya que la deuda con el gobierno español es de unos 6.700 millones y el resto, hasta los 32.000 es con banca y entidades financieras con las que el gobierno de Mariano Rajoy sirvió como avalista de la deuda. Si estos bancos somos todos los españoles quiero que me llamen cuando repartan dividendos, tarjetas, incentivos, etc. En la misma entrevista a LA RAZÓN pasa de puntillas sobre el incumplimiento de sus obligaciones por parte de Francia y Alemania en 2002 y 2003 que no tuvo repercusión ni sanción alguna. Cuando me cuentan las verdades a medias me cuentan las peores de las mentiras.
Así son los representantes del PP, los de esa derecha moderada, moderna y amable: ineducados, incumplidores y mentirosos. Como la verdad no puede permanecer oculta, en estos momentos, con más de tres años de gobierno, a menos de un año de unas elecciones generales la careta se les cae a trozos y el discurso se desmorona en todos los frentes.
Intencionadamente no entro hoy en reformas laborales ni distribución de la riqueza en ese país “supuestamente” en franca recuperación. Aprovechando el Carnaval quiero que cuando enterremos la sardina el miércoles terminen de caer todas las caretas y sepamos conocer la verdadera cara de quien nos viene engañando desde antes de ocupar el gobierno.
