Miguel Ángel Mora Cuesta.- Tras 20 años de gobierno, con un plan de ordenación urbana heredado por consenso de la corta etapa socialista, los señores del PP son incapaces de elaborar un Plan de Ordenación Municipal adaptado a las circunstancias actuales tras ocho años de intentarlo.
Los proyectos urbanísticos han pasado por actuaciones puntuales, a golpe de ocurrencia, como la controvertida reforma de los Jardines de El Prado, el Reino de Don Quijote (en concurso de creedores), Macroauditorio Municipal (pozo sin fondo tapado con una lona como vergüenza propia de la ciudad),…
En momento alguno se ha diseñado un modelo de ciudad cómodo para las personas, para todas las personas, compatible con un desarrollo de la actividad comercial y administrativa de Ciudad Real.
Ahora nos recuerdan que desde 2013, de acuerdo con un controvertido Plan de Movildad, pertenecemos a una Red de Ciudades que Caminan cuyo fin es facilitar los desplazamientos a pie y desarrollar la movilidad peatonal. Nos cuentan que hemos llegado a 30.000 m2 de zonas peatonales.
Si entendemos como zona peatonal aceras desde medio metro de ancho o menos, que muchas tenemos, o de 12 metros ocupadas por terrazas y coches y autobuses transitando continuamente, sí, estamos haciendo un esfuerzo por SEMIPEATONALIZAR la ciudad. Uso este término porque lo emplea el propio Pedro Martín. Es decir PEATONALIZACIÓN A MEDIAS.
Doña Rosa pretende “eliminar los coches para favorecer una ciudad para las personas, porque hay menos ruido, menos contaminación, más fluidez en el tráfico y más seguridad vial”. De peatón a peatón, de vecino a vecino, quiero que me explique que será del pequeño comercio local si quien viene de los pueblos no tiene facilidad para llegar al Centro. Me temo el cierre de este motor de la ciudad.
Dejando los coches fuera de rondas como pretende en las condiciones actuales con zona azul, inventos como la invisible moneda del pequeño comercio y calles peatonales sólo beneficia a las grandes superficies del extrarradio.
Como vecino, como peatón, además de firmar acuerdos con Tráfico, quiero un modelo de ciudad en que tenga a mi alcance una línea de transporte público barata, eficiente y fiable que me permita atravesar Ciudad Real de punta a punta con un tiempo de espera no superior a diez minutos, un taxi de bajo precio para cuando tenga problemas de movilidad y mis piernas no permitan recorrer grandes distancias…
Quiero muchas cosas. He apuntado apenas dos de las que la Alcaldesa no habla porque me temo que eso de pensar en los problemas que crea no es lo suyo. Seguro que no ha pensado en los coches que habitualmente duermen en la calle porque sus dueños no tienen cochera. Bueno, sí ha pensado en ello y ha dado con la clave: Aparcamiento Regulado (de pago) al otro lado de la ronda.
Estas poquitas cosas de las que hablo han de venir reflejadas en ese POM consensuado y explicado a la ciudadanía que ha sido imposible de efectuar el equipo de Rosa Romero en ocho años.
Pido mucho porque pago mucho y, ante todo, pido que no me cuenten milongas con propuestas irreales al no estar basadas en proyectos serios y fundamentados. El boato artificioso, el aparentar lo que no se es, o tener lo que no se tiene es propio del Carnaval que tenemos a la vuelta de la esquina. Está muy bien si recordamos quela Cuaresma (luto y penitencia) comienza el Miércoles de Ceniza.
