Dudas las justas

Manuela López.- Existe un importante vaivén en las encuestas en cuestiones de intención de voto, que crea una gran confusión a todos los indecisos, que a la postre son los que inclinan definitivamente la balanza electoral.
opinion
Lo importante a la hora de tomar una decisión definitiva es valorar una serie de factores muy importantes. Las principales preocupaciones actuales de los españoles son, en primer lugar,el desempleo y en segundo lugar la corrupción. Ya tenemos un análisis muy sencillo y rápido.

Simplifiquemos, evaluemos a los posibles candidatos, veamos si sus programas electorales incluyen propuestas que minimicen el primer problema en la escala de preocupaciones de los españoles. Si los candidatos son de los optan a la reelección, hagamos un ejercicio de memoria y asegurémonos de que han cumplido sus programas anteriores en su totalidad, y que en estas circunstancias de emergencias sociales, han dado prioridad a los planes de empleo en detrimento de infraestructuras prescindibles.

Si no lo han hecho esque mienten descaradamente, sin paliativos, no permitamos que nos sigan gobernando.Si un político es incapaz de cumplir sus propias promesas es que es fatídico, descartémoslo.
Cuidado con los políticos de atrezzo, amigos del ladrillo y hacedores de rotondas, aquellos voceros del patriotismo que no dedican sus esfuerzos y su dedicación en exclusiva, a aquello para lo que se les vota.
La segunda de nuestras preocupaciones es la corrupción.

Sería bastante sencillo hacer una criba minuciosa para evitar que metan la mano en nuestros bolsillos, aquellos que elegimos para ser nuestros gobernantes.Exijamos auditorías para asegurar la máxima transparencia, que los políticos elaboren sus declaraciones de la Renta por Comparación de Patrimonios,paratodos los candidatos que optan a las elecciones y máxime, alos que optan a la reelección. Y algo fundamental, averigüemos si se han producido privatizaciones “dudosas”, aquellas que facilitan las puertas giratorias, una actitud despreciable y que se ha convertido en un hábito entre muchos gobernantes.

Es un ejercicio de responsabilidad verificar que votamos a los más competentes y no a los más espabilados.

La duda nunca ha de ser ¿A quién voto sino? La duda razonable debe ser ¿Estoy convencido de la honradez del candidato y que es el idóneo para gestionar mi dinero?

Relacionados

ESCRIBE UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí


spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img