Fermín Gassol Peco.- El título se las trae, dirán ustedes, porque hablar de que unos tristes agujeros en la tierra puedan evolucionar con la moda, no parece que sea algo demasiado serio. Tienen razón, por mucho que éstas cambien el “cuadrado” tendrá siempre forma de un oscuro agujero y lo único que podríamos alterar en todo esto sería el estilo de las lápidas que sobreponemos y que en muchas ocasiones no pretenden ser sino fantasmales alardes de incomprensible vana gloria.
Pero las sepulturas a las que me quiero referir no son aquellas que se encuentran bajo tierra sino aquellas que están situadas en las paredes de los cementerios al lado, encima o debajo unas de otras, así adosadas, a modo de siniestros cajetines dispuestos en la recepción de un hotel en el que vamos a pasar el resto de nuestras vidas, por mejor decir, de nuestras muertes. A estas alturas ya habrán averiguado que estoy hablando delosacogedores y coquetones nichos.
Pues bien, un empresario con un curiosísimo sentido del más allá y también del más postrero acá, ha inventado unas lámparas solares que tienen como curiosa finalidad iluminar a estos cajoncitos y quién sabe si también a sus eternos huéspedes. Una luz, dice el anuncio, que ilumina el recuerdo de nuestros seres queridos en la noche,recargables con la luz solar. La verdad, todo un detalle el de este inventor con, ya digo, un muy particular concepto de cómo se vive y cómo se muere de manera más confortable en los cementerios.
Si la luz está pensada para iluminar durante la noche, a este alucinante propósito solo le encuentro explicación por dos motivos: que los familiares, en el momento de ir a visitar al huésped hallen el nicho más fácilmente o bien que el residente perpetuo encuentre la salida con más comodidad también a la hora de darse un paseo y pueda regresar de igual manera al habitáculo de sus sueños eternos.
Sin embargo y dada la nula probabilidad de que ambos casos puedan suceder pues los cementerios por las noches están cerrados y los muertos a esas horas suelen dormir a pierna suelta, no creo que este invento tenga demasiado éxito.
Lo que por otra parte no dice el anuncio es si estas luces podrán ser instaladas también en el interior de los nichos para quesus eternos huéspedes puedan sentirse menos solos…sentirse solamente, porque solos, lo que se dice solos, no es precisamente como allí están.
Hay cosas peores. Hay ataúdes hechos a medida para enterrar a los vivos:
Leo con auténtico pavor un informe del Consejo Empresarial para la Competitividad en el que dice: «Si Rajoy vuelve a ganar y recibe el apoyo del PSOE a partir de 2016 España se sale; le esperan años espectaculares de crecimiento y empleo».
Es decir, si los españoles seguimos muertos, sin ejercer como ciudadanos, dejando a un lado los derechos sociales, laborales, económicos… podremos seguir saliendo de nuestros nichos a trabajar-producir-hacerles más ricos y, luego meternos dentro del ataúd para que las cajas rescatadas, las empresas piratas del IBEX y los políticos corruptos que aún no han sido imputados puedan encendernos por la noche la luz del nicho y comprobar que estamos tranquilitos y sin hacer ruido.
Qué miedo!
Un abrazo Fermín.
Creo «Blisterr»…que la madre de todos los males que nos invaden, corrupción ante todo, está en una justicia, amante y pesebrera del poder político. Ese ha sido y sigue siendo un tenebroso cementerio. Esta es la primera y urgente asignatura que hay que aprobar.
Otro abrazo para ti.
Tienes toda la razón.
Hace una semana oía a un destacado militante del PP decir que estaban hartos de que se eternizaran los casos contra su partido en los juzgados (Como en su día decían los próceres del PSOE).
Mientras tanto, su partido mantiene a la Justicia en el siglo XIX y no aumenta plantillas ni permite a los juzgados colaborar con las inspecciones de Hacienda. Es más, no les da presupuesto para contar con asesores externos de auditoras que puedan hacer el trabajo deforma milimétrica.
Esto nos da una panorámica de cómo TODOS los partidos que han tocado poder juegan con la Justicia poniendo, tanto a los altos tribunales, como a las fiscalías en un brete: o haces lo que te digo o te destituyo, que para eso te puse ahí.
¿De qué sirve ganar un caso en primera instancia o en una audiencia provincial, si luego vas al Superior de Justicia, al Supremo o al Constitucional y los jueces y magistrados han sido puestos por el partido al que quieres llevar a juicio?
Es decir, otro ataúd para vivos: La Justicia española.