José Fuentes Pastrana. Concejal del Grupo Municipal Socialista.- Hace unos días, la Sra. Merino, Concejala de Promoción y Empleo, hacía un balance de lo que ha sido su gestión en pro del comercio y del desarrollo económico de la ciudad. Resulta curioso que no mencionara ni de pasada la medida estrella con la que pretendían dinamizar el comercio: la moneda para la zona azul.
Recordarán que hace poco más de un año se nos anunció, con gran despliegue mediático como acostumbra el equipo de gobierno, la puesta en marcha de la “moneda del comerciante”, es decir, la distribución de monedas que facilitasen el aparcamiento en la zona azul.
Según se nos vendió, de esta manera se abordaba la difícil situación que se había generado en el comercio de la capital tras la ampliación de la zona azul.
Pues bien, pasado todo este tiempo cabe preguntarse, ¿qué ha sido de esa medida?, ¿cuántos han sido los comercios que se han adherido a ella?, ¿cuántos ciudadanos la han utilizado?
Esta medida, según nos informaron, nos ha costado 14.500 euros, por lo que por una parte, hemos sido todos los ciudadanos de la capital, incluido los comerciantes, los que hemos pagado el problema creado por el gobierno del PP por la desmesurada y exagerada ampliación de las zonas sujetas a estacionamiento regulado y, por otra, es evidente que tal y como anunciaban muchos comerciantes, no ha servido para que el pequeño comercio salga de la situación de crisis en la que está y que va camino de convertirse en endémica.
Como hemos comentado en numerosas ocasiones son los efectos de las medidas económicas del PP las que hacen que los ciudadanos se retengan en el consumo. Cuando hay familias con gran parte de sus miembros en paro, familias que han dejado de cobrar prestación alguna, cuando la precarización del mercado de trabajo, con sueldos bajos y contratos precarios, aumenta, cuando no hay incentivos fiscales para la pequeña empresa, es muy difícil que se recupere la actividad comercial
No se puede gobernar a golpes de impulsos, de improvisación, de ocurrencias, no se puede gobernar sin contar con el consenso de los directamente afectados, vecinos en general y comerciantes en particular.
Si no fuera por la gravedad del asunto, diría que con esta medida ha ocurrido lo mismo que en la famosa copla, “la monea que de mano en mano va y ninguno se la quea”, es decir, la falsa moneda de la recuperación del comercio de la capital.