Centro de Información Europe Direct Ciudad Real.- El año que acabamos de comenzar cuenta con una novedad en la Historia de la construcción europea, se trata del primer año dedicado a las relaciones exteriores, algo importante en un mundo globalizado en el que el papel de la Unión Europea es trascendental, sobre todo en cuanto al desarrollo se refiere. 2015 supone también la fecha marcada como límite para el logro de los llamados Objetivos de Desarrollo del 
Milenio (ODM), compromiso de erradicación de la pobreza a nivel mundial. Por todo ello, la Comisión Europea propuso al Parlamento y al Consejo la dedicación de un año específico al tema del desarrollo.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, inauguró el pasado 9 de enero este Año Europeo del Desarrollo en una ceremonia en Riga (Letonia), a la que asistieron responsables políticos, representantes institucionales y colectivos sociales, sobre todo de jóvenes, que deberán hacer frente a un apretado calendario de actividades a 4 niveles: comunitario, nacional, regional y local. Este evento, no deja de ser un acto institucional y un primer punto de partida y buenas intenciones para llevar a cabo ambiciosos proyectos de desarrollo en todo el mundo, pero ¿qué es lo que piensan los europeos y las europeas, el ciudadano de a pie, sobre la ayuda de la Unión Europea al desarrollo?
El Comisario de la Unión Europea para la Cooperación Internacional y el Desarrollo, Neven Mimica, presenta los resultados de la nueva encuesta Eurobarómetro, de los cuales se pueden sacar varias conclusiones que nos ayuden a conocer un poco mejor la opinión actual de la ciudadanía con respecto a estos temas.
En primer lugar, decir que los europeos se encuentran muy concienciados con respecto a la ayuda a los países más pobres, concienciación que además se ha incrementado en los últimos años: así, el 85% de los ciudadanos de la Unión Europea considera que es importante la ayuda al desarrollo, y más de la mitad de los encuestados, el 67%, se muestra partidario de incrementar esta ayuda, un dato 6 puntos porcentuales más alto que el obtenido en el Eurobarómetro 2013, y que no se había alcanzado desde 2010. Por tanto podemos afirmar que la sociedad europea es cada vez más solidaria, y no es cierto que durante los ciclos de crisis o desaceleración del crecimiento económico, como la que estamos viviendo en la actualidad, las naciones y sus ciudadanos se vuelven más competitivos e insolidarios. El pasado año, la Unión Europea vivió una importante efeméride: el centenario del comienzo de la I Guerra Mundial, enfrentamiento motivado por diversas causas, entre ellas la crisis económica derivada de las primeras limitaciones de la Revolución Industrial, hoy, en cambio, vemos como la ciudadanía europea es cada vez más solidaria, se ha producido una evolución positiva a lo largo de este último siglo en cuanto a concienciación sobre los más necesitados.
La cuestión que ahora nos atañe es la de saber cómo podemos nosotros, a nivel personal, ayudar a estos países y a la gente que en ellos vive. En este aspecto, uno de cada dos ciudadanos encuestados tiene claro que sí se puede, que todos podemos poner nuestro granito de arena, ¿de que forma? Aquí, las respuestas son más variadas: un 75% de los europeos piensan que la manera más eficaz de disminuir la pobreza en el mundo es a través del voluntariado, un 66% cree que lo más importante es la ayuda gubernamental a estos países, mientras que un 63% se decantan por donar dinero a las fundaciones y organizaciones benéficas, tipo ONGs o misiones religiosas. Por otra parte, el 74% de los europeos tienen claro que esta ayuda al desarrollo contribuirá enormemente al logro de un mundo más pacífico y justo. Los hechos avalan estos datos: la Unión Europea es hoy la región del globo que más fondos aporta para la ayuda al desarrollo a nivel mundial.
