Comunicado de la HOAC de Ciudad Real ante el fallecimiento de dos trabajadores en accidente laboral.- Nuevamente se ha producido un accidente laboral mortal en Ciudad Real. En esta ocasión dos vecinos de Bolaños de Calatrava, de 33 y 50 años de edad, han fallecido a consecuencia de un accidente laboral que ha ocurrido en una antigua fábrica de granito en la localidad de Almagro. El origen del accidente podría haber estado en un fallo en la cesta que sostenía a los dos trabajadores que cayeron desde una altura de 12 metros.
Este es el primer siniestro mortal registrado en la provincia de Ciudad Real en el año 2015 y es solo la punta del iceberg de miles de trabajadores y trabajadoras que enferman y sufren accidentes en sus puestos de trabajo. El año pasado se registraron 3200 accidentes laborales en nuestra provincia.
Ante este nuevo suceso de siniestralidad laboral, la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica) queremos expresar nuestro dolor y solidaridad con los familiares, allegados y compañeros de estos trabajadores y manifestar ante la opinión pública lo siguiente:
Los trabajadores tenemos la responsabilidad de velar por nuestra seguridad, cumpliendo las normas de prevención de riesgos laborales y reivindicando junto a nuestros compañeros que las empresas garanticen el cumplimiento de la ley en esta materia. Pero creemos que el problema de los accidentes laborales no es solo responsabilidad de los implicados en el ámbito laboral, sino que es una realidad que exige el compromiso de toda la sociedad (administraciones, empresarios, trabajadores, sindicatos, partidos políticos, asociaciones…) ya que es un problema social y político con unas causas y unos responsables. Sobre todo cuando esto ocurre porque, a pesar de los avances tecnológicos y legislativos, se sigue considerando a la persona como una herramienta más al servicio del interés económico.
Para nosotros como cristianos y para toda la Iglesia Católica, como se afirma en multitud de textos de la Doctrina Social de la Iglesia, la dignidad, la salud y la vida de cualquier trabajadora o trabajador, son el bien más preciado. El valor del trabajo no reside en su rentabilidad económica, ni siquiera en el producto o servicio que genera, sino que el verdadero valor del trabajo está en la persona que lo realiza. Dios quiere que el trabajo sea para la vida.
Desde aquí y con nuestro compromiso, queremos hacer visible la realidad de las personas que mueren en accidentes de trabajo. Es importante que en la opinión pública y en los medios de comunicación exista una mayor preocupación y sensibilidad ante la siniestralidad y la salud laboral. También entre los mismos trabajadores.
Por ello, entre todos hemos de contribuir a presentar la siniestralidad laboral, no como un problema individual fruto de la dejación del trabajador o del azar, sino como una realidad injusta y muchas veces evitable, ante la que nadie debe mantenerse al margen.