Al igual que cuando termina un año se crean listas de los más variopinto sobre la actualidad del mismo, personajes que los marcaron, hitos deportivos, fenómenos naturales, cuando empieza el año siguiente, de repente, nos da por intentar hacernos un “reset” y hacer listas de los propósitos más heterogéneos, muchos de ellos se incumplirán apenas pasa una semana (sobre todo el de dejar de fumar),pero, como humanos que somos, no podemos (ni queremos ¡qué narices!) evitar hacer nuestras “listitas”. Atentos a ese carácter, desde A-41 lanzamos diez deseos pegados al asfalto.
- Que deje de morir gente en la carretera, o que al menos los números vayan descendiendo hasta el deseado “cero”, a pesar de que la DGT siga mintiendo escandalosamente sobre una gestión que va a peor, a pesar del aumento de multas y de helicópteros “Gran Hermano”
- Que moteros y ciclistas dejen de llenar la otra intrahistoria de los accidentes: quitamiedos tipo guillotina y salvajes que nos respetan (¿respetamos?) la distancia de seguridad (ya sabes 1,5 mts) hacen de estos dos colectivos los más dañados en vías interurbanas.
- Que los radares escondidos dejen de funcionar y que la multa se convierta en un acto disuasorio y no recaudatorio, como a menudo vemos y oímos en no demasiado desacertadas leyendas urbanas sobre los incentivos por “cazar” al contribuyente.
- Ya puestos a pedir tampoco quedaría de más que aumentara el civismo al volante y al manillar para que muchos comportamientos cercanos al temperamento animal de la cabra montesa dejaran de percibirse en nuestras ciudades, rotondas, aceras y polígonos.
- Como están cerca las municipales el 100% de nuestros candidatos a ediles desgranarán sesudos dossieres sobre el aumento de zonas peatonales (muy, pero que muy sostenibles) y kilómetros de carril-bici (sólo para celebrar el único día de la ídem) que nunca valen para llegar al curro con seguridad o sin invadir la acera donde el “jubilata” de turno votará a Bríos por el “atropello”.
- Deseamos fervientemente que el mecanismo conocido como intermitente y que se suele accionar con una palanquita situada a la izquierda del volante, sea el más popular de los “gadgets” que usaremos este año, adelantando, por lo tanto, a los tradicionales, iPad, iPod, smartPhones o Dios sabe qué artilugio que impide a la gente “estar en lo que hay que estar”.
- Que la pasta que el Estado Voraz recauda de las multas vaya, aunque sea en un pequeño porcentaje” a arreglar socavones, reparar badenes en la A-41 y otras, proporcionar algún que otro huequito gratis para aparcar y, en general, dejar de provocar que esto se vaya al garete por falta de mantenimiento. Queremos asfalto liso como la espalda de un violín.
- Que los pasos de peatones funcionen y que los peatones también. De acuerdo que es el elemento más débil de la cadena, pero lo que no puede ser es el más imbécil, el más despistado o el más chulo. Se obtiene más esperando y avergonzando al que para en el “paso de cebra” que haciéndolo frenar en seco por abordar esa zona como si fuera el último castillo templario. Respetar y ser respetado son verbos transitivos y recíprocos.
- Que semáforos y rotondas sean organizados por expertos en movilidad (tráfico que se decía antes) y no por “sabihondos de autoescuela barata” que sacan los colores a los profesionales que, por cierto, no deberían usar drogas psicotrópicas cuando modulen los tiempos de rojo a verde o los radios de la circunferencia.
- Y último: que si no te sientes preparad@ para conducir porque has bebido, consumido drogas, tomado un fármaco para tal o cual dolencia, o simplemente porque ese día no estás para coger el coche, por favor ve andando o mejor quédate en casita. Si dudas, no lo hagas.
Juanma Núñez
A41- Todo Motor