La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Caído ha organizado esta mañana un roscón solidario a beneficio de la Beatriz Peláez, la niña de siete años nacida en Ciudad Real que padece atrofia muscular espinal, una enfermedad degenerativa que afecta al sistema nervioso central. Decenas de vecinos de la capital se han reunido en los Jardines del Prado para degustar un chocolate y una porción de roscón a cambio de 1 euro de donativo. El acto ha contado con la participación de la Banda de cornetas y tambores del Santo Sepulcro de Valenzuela de Calatrava.
Según explicaba Isabel María Gallardo, hermana mayor de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Caído, el roscón, de 3,5 metros y 400 raciones, ha sido aportado por Pan Real. Por otro lado, Menajes Pedro ha donado el chocolate y la leche, Coca-Cola las servilletas y los vasos, y el resto ha corrido a cargo de los integrantes de la hermandad que, paralelamente, han organizado un desayuno solidario con recogida de juguetes para los niños de familias necesitadas de la ciudad que ha contado con la colaboración de la Agrupación Musical del Cristo de la Piedad de Miguelturra.