Fermín Gassol Peco.- Nuestro Universo es grande, muy grande y cada día que pasa, las investigaciones lo suponen muchísimo más grande todavía; las últimas realizadas además de enorme, lo atisban más misterioso… y lo mejor de todo, puede que más divertido y apasionante de lo que hasta ahora nos habían mostrado los satélites, estaciones espaciales, cohetes y astronautas.
Resulta que unos científicos españoles del Instituto de Ciencias Espaciales tienen fundadas sospechas y animadas esperanzas de que existan “exoplanetas. Esta “palabreja” hace referencia a unos planetas “gemelos” a los nuestros, que pueden existir en otro sistema solar.
Hasta ahí la cosa aunque novedosa no entrañaría sino un descubrimiento que se antoja más de lo mismo, pero lo que da trascendencia a este asunto es el hecho de que en estos otros sistemas solares puedan existir “otras tierras”; lo mismo que pensó Cristóbal Colón pero a lo “grande” y mucho más distanciadas de nosotros por un inmenso “océano de vacío”. Se trataría de otro planeta igual a la Tierra, gemelo de ella pero lejos, lejos, lejos.
La posibilidad de existir planetas similares al nuestro hace que nos pique la curiosidad y nos preguntemos un montón de cosas, por ejemplo: ¿Estarán habitados? Si es así ¿En qué estado de evolución se encontrarán: en la era secundaria, en un momento parecido al nuestro o en el siglo mil quinientos veintitrés, o veinticuatro? Aún es muy pronto para dar contestación a estos interrogantes, pero si algún día se confirmaran estas hipótesis, los viajes a la “otra tierra” serían un punto y aparte en la historia del hombre.
Si bien el primer interrogante es apasionante, no lo es menos un segundo, poder visitarlo, y es que el “hermano gemelo” tendría de encontrarse en un momento suficientemente acogedor; ¿Se imaginan que hiciéramos el viaje y nos encontráramos al planeta hermano con dinosaurios o lleno de reptiles por todas partes? Lo más sensato entonces sería acercarse en un viaje de prospección, lo mismo que hacen los extraterrestres con nosotros.
La cosa sería mucho más positiva y agradable si la “tierra bis” estuviera en un momento de la evolución parecido al nuestro; sería emocionante saludar a “los parientes” y ver como les ha ido por allí, si han superado eso de matarse unos a otros, si han conseguido el grado de bienestar en todo el planeta, en definitiva como han logrado ser mejores terrícolas, no sabemos si también humanos.
Ahora bien, si se encuentran en el siglo mil y pico, ignoro lo que tendríamos que hacer, supongo que al haber llegado tan lejos estarían en unos niveles de progreso e inteligencia asombrosos. De ser así, podríamos traerlos a nuestra tierra para que nos enseñaran cómo se puede llegar a esas cotas de la historia y quizá a edades insospechadas. Pero no creo que sea esta la situación porque ya nos habrían visitado. Aunque quizá nuestros” familiares lejanos” ya lo han hecho y tras observar el cacao que tenemos entre manos han preferido regresar a “su pueblo” y dejarlo para más tarde… lo mismo que hubiéramos hecho nosotros.
Ojalá y en este año dos mil quince, que se encuentra muy próximo a nacer, las condiciones de nuestro planeta mejoren de tal manera que podamos acoger si llega el caso a aquellos que nos visiten de otras tierras, aunque solo sea por demostrarles que aquí vivimos personas que en una gran mayoría son inteligentes y honestas.
¡¡¡Feliz Año 2015!!!
JEJEJE Fermín, qué miedo si se parecen a nosotros…
Hay una serie bastante interesante que se llama Fringe y cuyos guionistas tenían muy claro que en un mundo paralelo nuestros «iguales» eran igual de «pelotudos», por decirlo suave, que nosotros.
Supongo que debieron estar muy influenciados por Hawking, que a su vez imagino que bebió de la fuente de Schroedinger, Heisenberg, Scherk, Schwarz….
Es curioso, y me meto en tu terreno, como, cuánto más te metes en esto (y yo reconozco que estoy picadísimo hace años) o te lleva a pensar sin ninguna duda que hay un dedo de Dios en medio, o te lleva a pensar que hay un Bosón de Higgs, como le pasa a Hawking y a mi. Como siempre dos caminos paralelos que nunca se tocan, pero que están condenados a vivir juntos pues la naturaleza humana es así.
Quizá (o seguro) no lo veamos ninguno de los dos pero, si al final existen los gusanos en los que el espacio y el tiempo se pueden «esquivar» y aparecer en otros lugares del universo en cuestión de segundos, nuestros futuros parientes lo van a pasar como nosotros en Disney.
Ese será un momento espectacular al que el cine ya ha rendido homenaje pero, al que nuestras mentes aún ni se acercan y, probablemente, nos aclarará el origen de todas las cosas, donde seguramente las formas de pensar paralelas seguirán llevando caminos paralelos…
Un saludo y que en 2015 tengas menos trabajo «social» que en 2014. Esa será una gran noticia para todos.
Fracias Blisterr una vez más por tus aportaciones.
Respecto a lo que dices:»Es curioso, y me meto en tu terreno, como, cuánto más te metes en esto (y yo reconozco que estoy picadísimo hace años) o te lleva a pensar sin ninguna duda que hay un dedo de Dios en medio, o te lleva a pensar que hay un Bosón de Higgs, como le pasa a Hawking y a mi. Como siempre dos caminos paralelos que nunca se tocan, pero que están condenados a vivir juntos pues la naturaleza humana es así»…decirte que tengo un «pequeño fascículo» en el que esta cuestión está esbozada dentro otro tema más amplio…me gustaría que lo leyeras…aunque por su amplitud no cabe publicarlo en este digital.
Feliz 2015!!!
Un exoplaneta no es necesariamente un planeta similar al nuestro, sino un planeta que pertenece a un Sisteme Solar distinto del nuestro.
Es erróneo decir que hay científicos españoles que aventuren que podrían existir exoplanetas, pues esto ya está más que demostrado. De hecho, se llevan descubiertos 1.855 exoplanetas desde 1995. Y el número crece continuamente, conforme se perfeccionan las técnicas de búsqueda y detección.
Si detectáramos vida en otros planetas, es bastante probable que no fuera vida inteligente, ya que, tomando como ejemplo el único que conocemos, el nuestro, ésta sólo ha estado presente durante una mínima fracción de la existencia del planeta. Y tampoco estoy tan seguro de que seamos inteligentes… ¡Pero ése ya es otro asunto!
Gracias por las matizaciones técnicas.
La ciencia dura afirma que es imposible colonizar otros mundos, sobre todo si en ellos existe vida. Me explico: un colono tendría que ponerse un millón de vacunas contra cada uno de los microbios de ese nuevo mundo y eso no hay medicina que lo consiga. Por otra parte, la radiación cósmica haría estéril a los astronautas, que terminarían por morir de leucemia y osteoporosis, por no hablar de cánceres agresivos; eso sería algo así como el escorbuto espacial. Eso sí,los astronautas serían más altos: los que vuelven de la Est. Esp. Internacional miden 7 centímetros más porque la falta de gravedad hace crecer el cartílago entre las vértebras de forma que el muelle de la columna vertebral se estira. Por no hablar de la contracción relativista del tiempo, que haría imposible cualquier comunicación provechosa con otro planeta. Ahora mismo, por ejemplo, estamos viendo una noche que ha pasado hace millones de años. Solo disponemos de los recursos de la Tierra o, como mucho, de la Luna. Y para cruzar un agujero de gusano, que no duraría sino un momento por ser inestable, primero tendríamos que convertirnos en un fideo y luego en una sopa desorganizada de espuma cuántica, porque no somos materia, sino solo información: todo está hecho de filamentos y branas apelotonados en once dimensiones, de las que solo cuatro son macroscópicas. Tampoco es posible viajar al pasado: eso invierte la 2.ª ley de la termodinámica, la de la entropía; sí es posible viajar a futuro: de hecho, estamos viajando al futuro ya, solo que lentamente. Las imágenes de la memoria son las ondas de ese avance.