Las alumnas recluidas en el colegio conventual de la Merced asoman por las ventanas del último piso como queriendo saltar, pero lo que quieren es echar el humo de sus cigarros para que no lo huelan las monjas y las pillen; abajo, mis perros y yo las miramos y descubrimos, sobre el frontón de una ventana, una mínima cruz en cuyo brazo derecho, el de San Dimas, que era buen ladrón porque le robó a Cristo el Paraíso en sus últimos momentos, se halla posada una paloma de esas que quiere matar Rosa con la apostura de un águila real. Igual es una de las que nacieron en mis macetas, solo para jorobar.
Cerca, en el antiguo Palacio de Justicia, luce el letrero de Honeste vivere, alterum non laedere, suum quique tribuere, muerto de risa. «Vive sin corrupción, no jodas a otro, dale a cada uno lo suyo». Pero hay misterios más profundos: frente a él hay un solar tapiado para que nadie caiga al hondón que algún constructor sin dinero excavó para hacer aparcamientos. Son veinte años los que lleva así, esperando las obras. Y por eso ya anda cubierto de una irregular pradera de hierba donde hacen picnic todos los gatos del barrio. A veces los entreveo huyendo como dioses menores o bolas de oscuridad a ese aquelarre. ¿Por dónde han pasado? Se filtran por las paredes, como las brujas, porque no hay un mal resquicio, ni una sola ventana o alféizar desde donde poder saltar al recinto, ni siquiera cañerías, árboles o postes de la luz.
Pero ese es solo un misterio entre tantos como alberga ese kilómetro cuadrado. Otro es el del chino de la calle Caballeros, donde antaño, según cuenta una olvidada tradición manchega del XVI, se dieron de golpes el famoso valiente Céspedes con un bulto vestido de negro capuz que resultó ser su hermana, empeñada en que no se fuera de putas. A alguno le parecerá indecoroso e irreverente, él, que tiene vista directa al camarín y duerme en medio del museo diocesano de su alcoba, pero es leyenda más vieja y mejor probada que la de la Cruz de los casados, y más profana.
Quiero decir y no puedo que el chino se ha marchado tan misteriosamente como vino. Puso una tienda de chuches y una conexión a sus culebrones de mandarines, pero ahora se ha desvanecido sin dejar siquiera una niebla amarilla, como Eisenheim. No dijo por qué vino y ni siquiera si le convino; tampoco por qué se ha marchado. Pero da igual, porque aunque lo dijera tampoco se le entendería tanto ideograma y kanji. Como en el caso de los gatos, siempre habrá una gran muralla o tapia entre nosotros. Pero ya lo sabéis: si la crisis atropella incluso a los chinos, es para echarse a temblar.
Nada estropea, sin embargo, que la luz me vista con un agradable traje de sol, un calentito terno de rayos; el sol de invierno se desgañita cuando lo dejan aparecer, después de que pongan las calles, y devuelve la fe en la vida.
De chinos y gatos siempre nos desentendimos; como César a Catulo le daba igual si era blanco, negro o a cuadros; ¿y qué?, diría Villaseñor, que nació el mismo día que yo, si están vivos o muertos? Han pasado ya por la caja de Schrödinger. Su virtual existencia importa tan poco como la del gato a trozos de Alicia o la honestidad al señor Rajuela; lo único que hace el señor Rajuela es joder a Pedro Picapiedra y provocar sus despropósitos; en eso siempre tiene el mejor consejo Pablo Mármol y siempre es Pedro Picapiedra el que se equivoca, pero el señor Rajuela manda. ¿Que una ley está bien? Se cambia para que esté como quieren los corruptos; eso pasó con esa Constitución semántica que prometía tanto y no dio ni un duro y que ahora quieren reformar. Mejor será derogarla, no hacer otra y dejar que gobierne el pueblo, como en Suiza.
Rajuela nos viene ahora con una nueva ley venatoria o de caza, por ejemplo. Ahora se podrá pegar un tiro a cualquiera solo por cruzar la carretera, como el pollo inexorable. Que se lo digan a Juan Carlos I; pero ya se sabe aquello que dijeron los napolitanos: «Los Borbones son reyes que nunca aprenden y no olvidan nunca». Otro ejemplo: la usura era un delito, pero ahora es legal cobrar un interés del 4.000 % a dos días a cambio de un mísero microcrédito por Internet. Seguro que esos microcréditos no son los de Yunus. El rey Felipe VI el Impuesto dice que la corrupción está muy mal; yo eso ya lo sabía, aunque solo fuera porque su papá fue obra pura y simple de la franquista y él debe todo lo que es a su padre. Mi memoria no es tan mala, después de todo, aunque no como la de los pobres elefantes.
Contornos
Ángel Romera
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El solar del misterio fue sede del Frente de juventudes del franquismo roqueño. Recuerdo haberlo visitado para papeleos de los campamentos de la OJE; incluso ir a practicas de ¡yudo ! con un afamado pescadero, experto en artes marciales. Con eso decimos bastante. Hay una foto de Nicolás Muller, donde se nos presenta a dos paisanas y una caballería. En estas páginas creo que Fermín Gassol, entendía la titularidad del inmueble desaparecido, en favor de un familiar lejano. De Pepito Catedrales, pasamos al otro Pepito Catedralicio, que yo llamo en broma El Niño de la Virgen.
El solar en cuestión fue durante muchos años propiedad de unos tios mios…hasta que fue vendido al ministerio de justicia. Efectivamente allí estuvo despues durante un tiempo la OJE.
La actividad gatuna de ese solar, junto a tu estupenda descripción, me recuerda a ciertos políticos y empresarios presos de la actualidad. Son como los gatos de los que hablas. Están encerrados entre cuatro paredes sin grietas pero, y aquí la magia, entran y salen a placer y viven y descansan a placer…y siguen con sus negocios a placer…
Recuerdo ir a comprar cosas para acampar a la tienda de la OJE cuando aún llevaba pantalones cortos. Aunque nunca tuve el menor interés en la OJE y sus «paractividades», palabro que no creo ni que exista. Pero, qué quieres que te diga, más vale solo que mal acompañado. Aunque como me dice mi suegro, que es más listo y más viejo que yo: «Y qué íbamos a hacer si no había otra cosa para pasar el rato…».
En lo de Pepito Catedrales me habéis dejado «cao». Si es un personaje interesante estaría bien que nos contéis la historia. Yo al menos estoy «in albis», si se puede decir, sobre ese tema.
Aprovecho para desearos un buen año 2015 y que no paréis, porque este año que aún está en el vientre materno viene con muchos problemas y se va a seguir encontrando con recortes sociales, económicos, culturales, laborales, y tendremos que seguir haciendo opinión para que los culipardos dejen de ser lindos gatitos a los que se calma con unas cosquillas en la panza.
Se abren las cajas electorales y habrá que ver si el PSOE ha aprendido algo de su particular travesía del desierto (que a día de hoy lo dudo con todo mi pesar), si IU se moderniza y deja el lenguaje y las formas «politburianas» y se hace con más voto joven y si PODEMOS sale de su círculo, no vaya a ser que «su tesooooro» lo deje como a Golum, que los del 15M somos muuuuy quisquillosos 🙂 .
SI me lo permitís, brindo por seguir leyéndoos e intercambiar mensajes en MCR.
Saludos.