Lo que ha conseguido Halima Mourid no tiene parangón. Esta ciudadrealeña de origen marroquí conseguía esta primavera el segundo puesto en el talent show de Cuatro «Deja sitio para el postre» y anoche se alzaba con el trofeo de la primera edición de MasterChef Marruecos, un programa televisivo que ha batido records de audiencia en el país vecino.
Además de sus dotes culinarias, Halima Mourid posee un gran carisma muy alejado de los estereotipos a los que nos tiene acostumbrados la televisión. De sonrisa fácil, la sencillez y el entusiasmo que desborda en cada cosa que se trae entre manos le ha servido para granjearse el cariño de los televidentes, siendo en todo momento la favorita del público.
MasterChef es un programa televisivo gastronómico en el cocineros amateurs compiten, superando diferentes pruebas, por ser el mejor en cada país.
Como reconocía Halima Mourid a este digital llegó a la cocina por vocación. Es autodidacta y no ha trabajado nunca en el sector de la restauración. Internet y los libros han sido sus grandes maestros, una circunstancia que hace más meritoria su trayectoria en televisión.
¡Me alegro!
Enhorabuena! Estamos muy orgullosos de ella.
¡Enhorabuena a la concursante! Esperemos que tenga un buen futuro laboral.
Por cierto, Marruecos no es «el país alauita», como señala el artículo. En Marruecos reina la dinastía alauita, pero el país no es alauita. Es como si a España lo llamáramos «el país borbónico».