Celia Esther Cámara Gasanz. Coordinadora de UPyD Castilla-La Mancha.- Seamos realistas: no es cuestionable que cada vez más médicos abandonen nuestros hospitales para mejorar sus condiciones laborales en otros territorios. Es más, es comprensible. Recientemente la Federación de Asociaciones de Defensa de la Sanidad Pública ha hecho público un estudio en el que cifra en CLM la reducción del gasto sanitario por habitante en un 14’8% desde al año 2010.
Este nivel de recorte sólo se ve superado por el registrado en Extremadura y en Andalucía. Traducido en cifras quiere decir que si en 2010 la Consejería de Sanidad se gastaba 1.347 euros per cápita, para este 2015, año de la supuesta recuperación, hay presupuestados 1.148.
Desde UPyD proponemos un trato: cambiar la palabra ‘recuperación’ por ‘regeneración’. Ya que la primera no existe, al menos, empecemos por el propio lenguaje a exigir que las instituciones se pongan en manos de savia nueva que no parece ser Page, en su día portavoz, y por tanto corresponsable del Gobierno de Barreda y sus descalabros económicos; ni Cospedal, presumiblemente conocedora de cuanto pasa en su partido sobre y bajo cuerda aunque se esfuerce en hacer creer lo contrario, porque si el Secretario General de un Partido, desconoce lo que en éste sucede, más aún si es el que sustenta, no sólo el gobierno de la nación, sino también el de la región, entonces apaga y vámonos.
Y en estas andamos, con la desazón de conocer la cada vez más escasa inversión en la Sanidad Pública castellano manchega, cuando a escasos meses del próximo compromiso electoral, vemos a la presidenta regional inaugurando un nuevo quirófano en Cuenca. Posiblemente, en vista del imparable éxodo que viven la ciudad y su provincia (cifrados según varios medios en más de 12.000 en los tres últimos años), la presidenta ha considerado que era más útil un quirófano que un paritorio y ha cambiado una cosa por la otra.
Por cierto, que en esta ciudad fueron los propios trabajadores quienes se levantaron en contra de la entonces incipiente política de ajustes con una cacerolada al gerente del SESCAM. Protesta por la que fueron multados con sanciones de hasta 600 euros y que, por otra parte, no podrá volver a repetirse en los mismos términos gracias a esa nueva ley promovida por el Ejecutivo de Mariano Rajoy para quien se atreva a poner en duda que España y Castilla-La Mancha van mejor ahora que cuando llegaron.
Sin embargo, en UPyD pensamos que han de ser los ciudadanos quienes decidan acerca de cómo y dónde ha de gastarse el dinero de sus impuestos. Por ejemplo, quizá consideren un despilfarro que un alcalde se gaste 4,5 millones de euros en construir una torre. Que no es la torre de una multinacional que vaya a crear puestos de trabajo para el municipio, ni un centro de vigilancia, sino la Torre del Vino, un museo en vertical que mide 40 metros y cuyo mantenimiento asciende a más de 400.000 euros anuales.
Habrá que preguntar a los ciudadanos de Socuéllamos si es que desde las alturas se ve la crisis más pequeña. Algunos pensábamos que estas cosas ya no sucedían; que eran lamentable historia de la época de bonanza de este país, de la que algo habíamos aprendido, pero al parecer no es así.
Los ciudadanos de esta región tienen derecho a saber que Castilla-La Mancha figura tristemente por derecho propio, entre las regiones con mayor ratio de deuda sobre el PIB, un 33,7%. Unos niveles que tienen completamente oprimido el presupuesto y que dejan un limitadísimo margen de maniobra que, mucho nos tememos, la presidenta Cospedal va a utilizar para su campaña propagandística de sacar conejos de la chistera, muy llamativos pero nada útiles. Como la Torre del Vino, por cierto.
