Eusebio Gª del Castillo Jerez.– Esta misma mañana han conocido la noticia del anuncio que hizo ayer la alcaldesa de Ciudad Real, Rosa Romero, sobre la inversión en una nueva infraestructura prevista para el año que viene en el Centro de Enseñanza de Infantil y Primaria (CEIP) Alarcos de Valverde. La directora del colegio, Mª Ángeles Simón Sánchez, señala que la reciben con cierto «escepticismo» pero con «ilusión».
Escepticismo porque son ya seis años lo que llevan los alumnos de este colegio asistiendo a clase en aulas prefabricadas y porque, ya en varias ocasiones, se les ha comunicado «de palabra» el inicio de actuaciones para solucionar la precaria situación que padecen los alumnos. Sin embargo, la directora reconoce que en esta ocasión el anuncio es «oficial», por lo que la noticia ha sido recibida también con «ilusión».
Durante la rueda de prensa de presentación del proyecto de presupuestos de 2015 del Ayuntamiento de Ciudad Real, aprobados por la Junta de Gobierno Local, la alcaldesa adelantó algunas inversiones que serán efectuadas en Ciudad Real por parte de otras administraciones. En concreto, avanzó que el Consistorio mantiene conversaciones con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha «para dar una respuesta al colegio de Valverde, tan necesitado de una inversión». Rosa Romero no dio una cifra concreta del montante de la inversión, «porque no es responsabilidad directa del Ayuntamiento esta partida presupuestaria» de la Junta de Comunidades, aunque sí anunciaba que está comprometida por parte del Gobierno regional y que próximamente se presentará en Ciudad Real.
Por su parte, Mª Ángeles Simón recuerda que las necesidades más urgentes para el colegio de Valverde son dos aulas. Una de ellas destinada a un espacio de usos múltiples que pueda acoger las diferentes actividades que se lleven a cabo en el centro o servir de zona de recreo cuando haga mal tiempo, dado el mal estado en que se encuentra el patio del colegio.
Respecto a los problemas de mantenimiento en las aulas prefabricadas (el desprendimiento de un panel del techo y un agujero en suelo de una de ellas) denunciados en este digital, la directora asegura que finalmente se han solventado.
Un colegio en estado de provisionalidad
El Centro de Enseñanza de Infantil y Primaria (CEIP) Alarcos de Valverde es un pequeño colegio en el que cursan sus estudios unos 30 alumnos. Hace cerca de seis años derribaron uno de los dos aularios con los que contaba el centro por su mal estado de conservación y, provisionalmente, se instalaron dos aulas prefabricadas. Un lustro después, los módulos continúan allí, pese a las continuas reclamaciones de la dirección del centro educativo.
Originariamente, el centro constaba de dos edificios. En el lugar que ocupan los módulos prefabricados había dos aulas de construcción más antiguas, pero aparecieron grietas y los técnicos consideraron que el inmueble no reunía las condiciones adecuadas, por lo que finalmente fue derribado.
Además de los desperfectos mencionados, el agujero en suelo y la caída de un panel del techo, ya en mayo la dirección del centro denunciaba, entre otras deficiencias, el ambiente “insano” de las aulas prefabricadas, donde se combate con ambientadores el olor a “humedad y moho”.
El centro no dispone de gimnasio ni cuenta con una zona techada en el patio donde los alumnos puedan guarecerse en los recreos o hacer educación física cuando llueve. Un pequeño patio sin instalaciones deportivas es el espacio del que este centro dispone para impartir educación física. Un arenero que utilizan los niños de infantil, algunas líneas blancas que cruzan el patio y los cuadrados de la rayuela dibujados en el suelo, son los únicos elementos que rompen la monotonía del asfalto en la zona de juegos. Cuando las condiciones meteorológicas son adversas, los alumnos se tienen que desplazar a una pista municipal situada a unos 600 metros, atravesando un parque al que acceden por un camino que cuando llueve se cubre de barro, o por una calle cuya acera es muy estrecha.
¡Divina ilusión! ¡Menos mal que existe!