La Federación Regional de Empresarios de Estaciones de Servicio y CCOO han firmado un acuerdo, a nivel autonómico, que plasma la defensa de los intereses de los empresarios del sector, así como de los trabajadores del mismo.
En la reunión, los representantes sindicales de CC.OO, Margarita Mena, delegada provincial de CC.OO, y Angel León, secretario general del sector de Industria de CC.OO., junto con los representantes empresariales, Isabel Rodríguez Teruel, presidenta de la Asociación Provincial de EE.SS. y en representación de la Federación Regional (FECAMAES.S), y Antonio González Serrano, tesorero de la Asociación Provincial, han suscrito la redacción de una carta modelo a dirigir a todos los ayuntamientos y la Administración pertinente, con el fin de que luchen contra el intrusismo y que se hagan cumplir las leyes que regula este sector, en todo lo que se refiere a las estaciones de servicio denominadas “desatendidas”.
Ambas organizaciones manifiestan que ya existen casos, pero que donde se vaya a producir el inicio de actividad de instalaciones de gasolineras desatendidas de suministro y venta de combustibles al por menor, también llamadas “fantasma”, deben ser perseguidas al incumplir la ley que existe en Castilla-La Mancha.
Por todo ello y ante el también perjuicio económico y la falta de servicio al ciudadano, se va a enviar dicho escrito, instando a los mismos la exigencia y el cumplimiento de la normativa nacional y autonómica, vigente previamente a la resolución favorable de las solicitudes de apertura y funcionamiento que dichas instalaciones han de presentarles.
En este sentido, tanto FECAMAESS como CCOO inciden que no se pide ninguna modificación, ampliación o derogación de la normativa vigente, sino que se les exige el cumplimiento de la misma en todos sus preceptos, en especial los referentes a seguridad, metrología y metrotecnia y a la protección de consumidores y usuarios, igual que se les está exigiendo a las EE.SS. tradicionales, para su normal funcionamiento.
Si esto no se llega a conseguir, las EE.SS. tradicionales se verán “empujadas a convertirse en desatendidas”, prescindiendo así de sus trabajadores, con las consecuencias no deseables que ello acarrearía. Se han perdido ya casi mil empleos directos en la región con la apertura de ese tipo de instalaciones desatendidas, número que puede verse incrementado sensiblemente si las EE.SS. tradicionales no son atendidas en sus reclamaciones.