Pilar Zamora Bastante.- Ya sé que no es original, pero es cada vez más imprescindible. El presidente Obama puso en marcha esta iniciativa en 2009 y varios ayuntamientos de nuestro país han comenzado a dar forma a la iniciativa. Ciudad Real, líder en opacidad hasta ahora, necesita de manera urgente que su gobierno sea un gobierno abierto.
Abierto a los ciudadanos, a sus iniciativas, a sus sugerencias, a sus propuestas, a su compromiso con la ciudad. Abierto para recoger sus opiniones, y para que sean discutidas las iniciativas municipales. En fin, para que los ciudadanos sean partícipes de la toma de decisiones, para ayudar desde la ciudadanía a que los responsables municipales acierten más con sus medidas; para que los ciudadanos, en ejercicio de su ciudadanía, sean partícipes y corresponsables con su ayuntamiento y sientan y quieran más a su ciudad.
Un gobierno abierto es también, además de participativo, transparente. Por eso un gobierno abierto ofrece a los ciudadanos toda la información de presupuestos, de balances económicos, de contrataciones, de licitaciones, de convocatorias, de sus anuncios y de sus resoluciones, de los criterios empleados; es un gobierno que analiza con los ciudadanos el mejor destino de las partidas presupuestarias, de la priorización de las obras e inversiones. Con cuentas claras y accesibles, no hacen falta los bolsillos de cristal, aunque nunca están de más.
Las tecnologías de la información y las telecomunicaciones (TIC) ayudan sobremanera a esta forma de gobierno. Una vía directa de comunicación, de información, de discusión, a cualquier hora, sin más limitaciones que el acceso a internet, hoy día muy generalizado, es la condición material para dar forma a un gobierno abierto. Técnicamente no requiere muchos esfuerzos. Podría decir que las TIC son una condición necesaria pero no suficiente. Hace falta la voluntad de querer oír a los ciudadanos, y responder, discutir o asumir sus propuestas, sus críticas, cada día, no de elección en elección cada 4 años. Y esa es mi voluntad.
Un gobierno abierto, aunque use la tecnología, está abierto a las personas de carne y hueso, al encuentro personal. La red de asociaciones de intereses variados que a duras penas se mantiene, que subsisten por el compromiso de asociados, mantendrán mejorados sus canales de participación en el gobierno de la ciudad.
Ciudad Real, por sus dimensiones, es una ciudad cercana. Todo está a un paso, o dos, todo menos su gobierno. Quiero abrir las puertas del gobierno para que también esté cercano, para que la ciudad se haga y se desarrolle con la participación de muchos, de todos lo que quieran. Sólo lo que se hace con las propias manos es realmente nuestro, es realmente querido. Mi voluntad está en facilitar que muchas más personas quieran a nuestra ciudad porque colaboren en su crecimiento.
Un gobierno abierto es participación, transparencia y diálogo; y ese es mi compromiso.
