Una cercanía cargada de pedagogía

Mateo Plaza. Candidato en las primarias del PSOE de Ciudad Real.-  Éste es mi empeño en esta nueva tarea política que sellaré con la legitimidad de los votos, si así sucede, y con la referencia permanente a una honestidad y honradez en el desarrollo de la responsabilidad del gobierno local de esta ciudad. Esta proximidad con la vecindad viene de la necesidad de conseguir una mejor organización para extender la convivencia, el bienestar, la vida y el bien común.

Para ello intentaré que la participación en la vida política de esta ciudad no quede relegada al compromiso limitado de votar cada cuatro años; sino que cada uno según su posición e interés, se implique y colabore en avivar y mejorar la vida de los habitantes y visitantes de esta ciudad.

Además, ejercería una autoridad política desde la participación del pueblo en la toma de decisiones y en el control de las mismas, pues entiendo que así, gobernaría a partir de la soberanía popular, que es lo propio de una verdadera democracia. No quiero que mi democracia se convierta en DEMAGOGIA, que es lo que sucede cuando los gobernantes anteponen sus bienes particulares al bien común de la ciudad. Además alejaría la idea que subyace actualmente en la ciudadanía, la de ver al gobernante en una partitocracia, sistema por el cual el pueblo es sustituido por los partidos.

Querría liderar un gobierno que interviniese desde la realidad en la que se encuentra la ciudad, partiendo de sus potencialidades y de la idea que generemos de por donde debe ir el desarrollo de Ciudad Real. Nos plantearíamos ¿què tipo de ciudad queremos? para así librarnos de las ocurrencias establecidas durante años por el gobierno local de Paco Gil Ortega y Rosa Romero y eludir el mal uso del dinero y los recursos del Ayuntamiento. Para evitar desmanes me comprometeré sólo con lo que se puede asumir.

Una considerable parte de mi dedicación estará focalizada sobre la corrupción de cualquier representante público ( político, empleado público etc) ya que es un hecho de suma gravedad pues pone de manifiesto que determinadas personas han ocupado cargos públicos no para ser servidores del bien general, sino para servirse de él. Entiendo que el ejercicio de la política no induce a la deshonestidad, es la falta de ética o moral de la persona o profesional que ejerce la actividad. Es muy grave que determinadas personas, que tienen la responsabilidad de custodiar el bien de la comunidad, se aprovechen de su cargo para enriquecerse ellos y el partido al que representan.

Para perseguir la corrupción o la falta de ética, procuraré determinar los instrumentos idóneos para el control y supervisión de todos los procesos que se den en la Administración Local, procurando al mismo tiempo dar razón de cada uno de ellos a la ciudadanía. Toda la actividad desplegada en el Ayuntamiento de Ciudad Real y teniendo en cuenta la protección de datos será transparente; podremos conocer las retribuciones de los políticos que nos gobiernan; de sus gastos; de las contrataciones realizadas; de las actividades a realizar; de los procesos selectivos etc., y evitaré prácticas poco ortodoxas y chapuceras, que hoy se están dando en el Consistorio.

De esta manera voy a rehuir de esos Cinicos de la época de Socrates, agitadores populares, que no combatían con argumentos racionales ni oponiendo su doctrina a otras escuelas, sino con las armas de la ironía, del ingenio mordaz, de la burla muchas veces soez, de las gracias salpicadas de sal gorda, que el gobierno de Rosa Romero muy frecuentemente utiliza como arma, para justificar su falta de interés y escucha de las aportaciones vecinales y de los grupos políticos de la ciudad. Por el contrario, lucharé con todas mis fuerzas para crear en un gobierno verdaderamente democrático y actual, que fomente la participación ciudadana, acoja sus sugerencias y propuestas para acordar y ejecutar las futuras iniciativas municipales.