Populismos

Advierte Paco Segarra sobre los Populismos, como si de una nueva ola político-social se tratara. Y cuenta para ello con muchos argumentos de peso y de actualidad. Así la ‘Revolución de terciopelo’ que acabó con el comunismo en lo que era la antigua Checoslovaquia; los movimientos iniciados en Polonia por Lech Walesa y el sindicato obrero ‘Solidaridad’, movimientos ambos que pueden calificarse como revueltas anticomunistas populares, como fuera también popular, el derribo del Muro de Berlín o la lejana ya ‘Revolución naranja’ de Ucrania antes del conflicto actual.

En su manía obsesiva de confundir el Populismo con los Movimientos Populares, se pregunta: “¿Podría hablarse de un populismo bueno? Ciertamente, sí. En otro sentido, las medidas de Roosevelt y su ‘New Deal’ durante los años 30 del pasado siglo, pueden considerarse populistas”.  El recuento podría llegar más recientemente al ‘Chavismo bolivariano’ o al ‘Kichnerismo’ argentino. El populismo, concluye, “depende de la dosis”. Pero dosis ¿de qué?, ¿de ideas malas?, ¿de propuestas buenas?, ¿de juicios equivocados?, ¿de afán de revancha? O de ¿dosis de demagogia?

Y en esa panorámica de buenos y malos, introduce, como un carrusel sin nombre ni apellidos,  al primer Peronismo; al Franquismo tumefacto y tardío y al comunismo capitalista revirado de  la República Popular China. Incluso mirando por la mirilla de la puerta comunitaria arroja la duda española actual: “¿Será malo Podemos? Dependerá de la dosis que España pueda metabolizar”. ¿Será Populista Podemos? Y si fuera cierto y verdadero, ¿sería aceptable y beneficioso para el metabolismo patrio? Pero ¿qué cosa es el Metabolismo Nacional? ¿Una larga digestión o  una cura prolongada de hambre quieta?

En esta órbita de los Populismos en curso y en marcha, advierte y señala Miguel Ángel Rodríguez, senador y portavoz regional (Secretario Ejecutivo de Comunicación) del Partido Popular de Castilla-La Mancha, que “María Dolores de Cospedal, legisla para los desfavorecidos”. Todo ello como consecuencia de la aprobación de la Ley de Garantía de derechos de Personas con discapacidad. Y todo ello en vísperas del sondeo servido por NC Report, muy favorable a las tesis y afanes populares y ampliamente difundido.
Aunque haya puntos negros en el sondeo, que los titulares no muestren ni los portavoces señalen. Más allá del gesto solidario o caritativo, de la que “legisla para los desfavorecidos”, hay borrones ciertos y visibles que pueden anotarse. Así la calificación de la Presidenta del Gobierno Regional es de 4,7 puntos, que a todas luces es un suspenso; por más notoriedad con que cuente, hasta un abrumador 99,5%. Y habrá que preguntarse por tal disyuntiva rara del conocimiento y de la valoración.  Aunque en mérito de la calificación, pueda decirse que la valoración de Cospedal, es la más alta de la de todos los líderes regionales valorados.

Por otra parte en la valoración de las cualidades políticas de la presidenta Cospedal, según los distintos aspectos considerados, sólo aprueba con un 5,1 raspado, en ‘Liderazgo’; coherente tal puntuación del Liderazgo con la visibilidad casi ecuménica y totalizante del 99,5%. Mientras que suspende en las restantes asignaturas y materias, como prueba de otra extrañeza más. Así Eficacia (4,7); Cercanía al ciudadano (4,3); Conocimiento problemas regionales (4,7); Capacidad diálogo (4,8) y Gestión (4,7), componen un diagnóstico más oblicuo. ¿Cómo se puede tener un reconocimiento abrumador del 99,5% y tener al mismo tiempo, una valoración tan baja en ‘Cercanía al ciudadano’? Incomprensible desde toda lógica electoral y política.

Quizás todo ello, explique el esfuerzo por la afirmación vertida por el Portavoz regional, en dotar de atributos intangibles a la señora Presidenta regional. Afirmación que hay que entenderla, por otra parte, en el contexto de las declaraciones maximalistas que se producen en las vísperas electorales. Donde los motores se calientan a fuerza del uso del músculo de la exageración revolucionada, muy revolucionada.

Los Gobiernos democráticos, elegidos por sufragio popular, ejercen su acción desde esa mayoría otorgada en las urnas, y deben conducir su acción de gobierno por esas campas de la mayoría otorgada y desde el apoyo parlamentario, justamente, en pro de sectores mayoritarios de población. Pero ¿son Populistas las Mayorías? O ¿son cosas diversas?  Y esa afirmación de la ‘Representación de la Mayoría’ no tiene nada que ver con el ‘Principio de la Notoriedad’ valorada. Si resultara cierto lo afirmado por el portavoz popular, sólo cabrían dos comentarios añadidos.

El primero versaría sobre el Populismo que nos recorre como decíamos al comienzo. Ahora que se habla tanto de formas emergentes de Populismo de izquierda, parece que se ensaya su antitético de Populismo de derechas, aquí en Francia, en los USA y en Holanda. Un Populismo fundamentalista, inherente a la  gestión de gobierno sobre los ‘desfavorecidos’, por y para ellos. Expresión que conectaría en un solo golpe de dados a Cospedal con Eva Duarte, como expresión suprema del Populismo triunfante y muy activo.

Ya se sabe y se conocen algunas afirmaciones de ‘Evita’, tanto sobre sus ‘Descamisados’, como sobre sus excesos verbales: “Si este pueblo me pidiese la vida, se la daría cantando, porque la felicidad de un solo descamisado vale más que toda mi vida”. Tal cual ‘la sal de la tierra’.  Incluso aquella afirmación solemne. “Donde existe una necesidad nace un derecho”. Y dónde existe un derecho, ¿acaso nace una necesidad? Y ¿si nace el derecho y no se desarrolla la necesidad? Si nadamos, o pretenden que lo hagamos como viene ocurriendo, en la ola populista, sólo me queda preguntar por Perón. ¿Dónde está Perón? ¿No era a Chaves/Maduro a los que buscábamos? ¿Quién será Perón, si Cospedal actúa de ‘Evita’?  Se admiten apuestas.

El segundo comentario al respecto, sería si Cospedal gobierna (o legisla como dice Rodríguez) para los desfavorecidos, sean estos los que sean; estos deben de ser la mayoría electoral en Castilla-La Mancha. Por lo que la geografía socioeconómica de la Comunidad estaría formada, mayoritariamente, por este colectivo de desamparados y de lumpen proletarios. Y la autorradiografía de la Comunidad  demostraría unas carencias materiales importantes, y mostraría unos severos socavones, formados por esas masas de desfavorecidos, que no se han beneficiado, previamente y con anterioridad, ni de la acción de gobierno ni del Estado del Bienestar, ya quebrado y muy cuestionado. En una evidencia de ‘Populismo sin el Pueblo’. Como un nuevo Despotismo Ilustrado, pero doscientos cuarenta años más tarde.

Periferia sentimental
José Rivero