Derecho a morir dignamente saca a relucir los «Mitos de los cuidados paliativos»

Luis Mario Sobrino Simal.- La Residencia Universitaria Santo Tomás de Villanueva de Ciudad Real acogía esta tarde la tercera tertulia organizada por la asociación Derecho a morir dignamente en la que han participado socios y simpatizantes. «Mitos de los cuidados paliativos» era el título de la charla-debate conducida por el doctor Luis Montes Mieza, especialista en anestesia y reanimación.

mitos-cuidados-paliativos-02Montes Mieza explicaba que Derecho a morir dignamente es una asociación ciudadana crítica con la situación actual de los cuidados paliativos. Criticaba los mensajes que llegan a la población desde los medios de comunicación «del poder dominante». «Desde la convicción de que son necesarios -decía- no hay perder de vista que interés principal lo tiene el ciudadano».

Durante la charla recordaba que los cuidados paliativos surgen tras el fracaso de la medicina activa. Una enfermera inglesa fue la primera que empezó a aplicar cuidados paliativos creando lugares de auxilio desde una óptica de la beneficencia religiosa.

Además, se trató la necesidad de que el ciudadano reciba información sobre su proceso irreversible y terminal. «Todos cuidados, todos tratamientos tienen que ser porque estoy informado, porque es lo que deseo y si después quiero apearme los cuidados paliativos tienen que corresponder a esa petición»mitos-cuidados-paliativos-01

«El mejor bien es la vida y cuando la vida se convierte en mal indeseable el mejor interés lo tiene la persona consigo mismo, no lo tiene un tercero», afirmaba Luis Montes, quien además comentaba que la eutanasia y el suicidio asistido y los cuidados paliativos son «compañeros de viaje».
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19 COMENTARIOS

    • Espacios públicos tambien se han dedicado para que intereses privados e indiviudales se hable sobre las formas humillantes y dolorosas de darle muerte a animales astados (tauromaquia le llaman)…

      • Muy bien dicho Perseguidor, ademas todos debemos estar informados de todo…para esto si que me parece que los espacios publicos deben estar disponibles…..

  1. Para mi el Doctor Montes y su organización tiene todos mis respetos y simpatía, si teneís oportunidad de asistir a alguno de los talleres que divulga esta organización, no os lo perdais.

    Solo se habla de la vida, nunca hablamos de como queremos morir, ya es hora que en este País, nos planteemos como queremos llegar en el final de la vida.

    Esta organización, no habla solo de el final de nuestros días, también de los cuidados paliativos, del testamento vital y de como afrontamos la muerte, reflexionando sobre ello, cuando estamos bien, y no cuando agonizamos, que no podemos decidir que hacer en los últimos momentos.

    Como os atreveís a tratar así, a unos profesionales, que seguro no conoceís ni a su organización ni a ellos mismos.

    No os parece suficiente, lo que hicieron con él desde la administración de la Comunidad de Madrid, para que hagaís comentarios tan jocosos, sin saber de lo que hablaís.

    Un poco de respeto hacía los demás, no estaría de más.

      • Ojalá ni tu ni los tuyos paséis nunca por una enfermedad terminal o inhabilitante en más de un 90%. Yo lo he vivido muy de cerca y agradezco el trabajo de los médicos por terminar con algo así lo antes posible.

        El Dr. Montes tiene todo mi respeto, así como todos aquellos médicos y personal sanitario que por respeto al enfermo alivian su dolor (ojo, no el de la familia. El dolor y el sufrimiento del enfermo).

        Es impresionante que algunos sigan teniendo la necesidad de controlar la vida y la muerte de los demás. El derecho a una muerte digna es un asunto voluntario del enfermo, quien sigue siendo una persona con derechos, entre ellos a decidir si quiere o no seguir sufriendo una enfermedad que no tiene cura y que puede ser una tortura inhumana.

        Si un católico quiere sufrir en vida para alcanzar la vida eterna a mi no me causa el menor problema y lo respeto absolutamente. Podría pensar que es una soberana chorrada y reírme, pero tengo claro que hay gente que cree en eso y no tengo por qué calificarles de fantasiosos u oscuros brujos.

        Hay que tener más respeto por quienes tienen claro que la vida se acaba cuando mueres y que lo mejor que se puede hacer es dirfrutar en vida y acabar con la misma cuando no tiene el menor sentido disfrutarla porque una enfermedad te está destrozando por dentro o porque la edad ha hecho tales estragos que eres incapaz de hacer nada y NO TE APETECE SER UN VEGETAL EN MANOS DE LOS DEMÁS. Porque eso lo debes decidir tú, no tu entorno.

        No sé, leo los comentarios en esta noticia y siento absoluta pena por los que creéis en el más allá, pero no respetáis el más acá.

        Muy triste.

  2. Precisamente por amar y disfrutar de la vida, reclamo el derecho de abandonarla cuando y como quiera; es decir, mi derecho a morir dignamente.

    • Y a José Antonio Primo de Rivera, que se te ha olvidado.

      Si Paco levantara la cabeza total no ibais a correr.

      Lo que necesitáis es vara, dignamente en las costillas, eso sí, pero vara, vara, vara, mucha vara.

      «Derecho a la vara dignamente»

        • Eso dicen en las barricadas, que se lo cargó. Pero no te debe de sorprender, era lo que se estilaba en el frente popular, el matar «dignamente», pero matar.

        • Yo se las llevaré de tu parte. Un detalle muy bonito. ¿Veis como la vara funciona?
          Y en dedicatoria le vamos a poner: «Perseguidor que te hecha de menos. Vuelve, por favor vuelve que esto se nos va de las manos».

        • No se si tanta dedicatoria le va a caber en un simple ramo…. ya que estamos que sea una corona de las hermosas llena de capullos, … no se como agradecertelo. Mil gracias.

  3. Es tremendo cómo cuando se lleva la contraria a según quiénes el argumento en contra es llamar fascista al discrepante. La pobreza mental de estas gentes es perdurable en el tiempo. Y ahí siguen, creyéndose superiores moralmente y llamando fascista a cualquiera. Pobre gente

  4. A mi me gustaría morir sin dolor y de una manera digna. No veo porque criticar al medico. Yo ví morir a mi padre en casa, sin cuidados paliativos ni nada porque entonces no habia..y murio ahogado entre sus propias flemas. Se preguntó al medico que estaba alli que si se le llevaba a la residencia a morir alli y nos dijo que no que aquello era la agonia, y una mierda señores, murio ahogado y fue lo peor que he visto en mi vida, y ademas a mi propio padre. Bien por el doctor Montes, cuando me toque a mi quiero a alguien como él a mi lado…¡¡¡ojala»». Ah y los que le critican, que argumenten mejor, por favor, no insulten a las personas ni a la inteligencia.

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