@eusebiogarcia.- El pasado 27 de octubre se juzgaba a Matilde Castilla, delegada del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza e integrante de las Marchas de la Dignidad, por una falta de desobediencia a la autoridad. Se espera que en los próximos días se conozca la sentencia que, mientras que para su abogado debía ser absolutoria, el Ministerio Fiscal solicitaba una multa para la acusada de 900 euros.
El 20 de mayo se notificó a Matilde Castilla -pues era quien firmaba la solicitud- la denegación de la convocatoria de concentración organizada por las Marchas de la Dignidad para ese mismo día. En concreto, según explicó la acusada durante el juicio, la notificación se efectuó a las 14:30 horas, cuando la concentración estaba prevista para las 19:00 horas. El objeto de este acto, tal y como señalaba Castilla, era protestar contra “las políticas de austeridad de la troika”.
Recibida la notificación, la denunciada aseguraba que comunicó la resolución de la Junta Electoral a sus compañeros de las Marchas de la Dignidad para desconvocar el acto a través de las redes sociales y por correo electrónico. Según relató, decidieron acudir a la Plaza Cervantes, lugar donde se había convocado de inicio la concentración, para explicar, a quien pudiera acudir allí sin conocer la denegación, los motivos por los que no se iba a llevar a cabo la concentración. Además, se convocó allí una rueda de prensa para trasladar a los medios de comunicación la información relativa a este asunto y hacer una serie de valoraciones al respecto.
Sobre las manifestaciones de Matilde Castilla durante esta rueda de prensa, la fiscal apreció una “dolosa intencionalidad” de contradecir la resolución de la Junta Electoral Provincial, “concentrándose en el lugar y a la hora prevista, haciendo ostentación de una pancarta y realizando unas declaraciones, precisamente con el mismo objeto que el pretendido en la concentración”.
Según la declaración policial, durante el acto no se profirieron proclamas, cánticos o gritos, ni se utilizó megafonía, elementos característicos de cualquier concentración, manifestación o acto de carácter reivindicativo. Desde el Ministerio Fiscal se hizo, sin embargo, especial hincapié en la circunstancia de que, durante la «supuesta» rueda de prensa, se desplegara una pancarta. Un cartelón que, curiosamente, no faltó en la concentración previa al juicio y que, por otro lado, acompaña habitualmente a los representantes de las Marchas de la Dignidad, que suelen exhibir la pancarta en cuestión, u otras, en las ruedas de prensa que este colectivo convoca.
Por tanto, puesto que las Marchas de la Dignidad hacen ostentación de pancartas cada vez que comparecen ante los medios de comunicación, no sería aventurado afirmar que este elemento, al menos en el caso que nos ocupa, no es concluyente para dirimir si lo que hay detrás de él es una rueda de prensa o una concentración.
Se supone que los profesores somos una autoridad, ¿no? Entonces resulta que la autoridad se ha sublevado contra la autoridad. Algo tan absurdo como hacer justicia sin motivo plausible para ello. Que la dejen y nos dejen en paz.