Un inglés de pura cepa

Fermín Gassol Peco.- De todos es sabido que los ingleses son muy suyos. Estar rodeados de agua les confiere un aire distinto, una personalidad única, unas costumbres inveteradas, unos comportamientos entre admirables y ridículos con una mentalidad rigurosa mientras no la pasen por whisky.

Es el curioso caso de un inglés de los de antes, que digo, de los de antiguamente que ha fallecido recientemente. Acababa de cumplir ciento quince años, testigo vital de tres siglos, ahí es nada. Combatiente en la primera guerra mundial y como no podía ser de otra manera pues tiempo tuvo para ello, tatarabuelo con un chozno, (hijo de un tataranieto).

No sé si en realidad era la persona más vieja del planeta porque en cualquier recodo de una selva pueden aparecer además de árboles centenarios, humanos más añejos todavía. Pero lo que llama la atención de la noticia son las “medicinas” que este longevo inglés tomó para llegar a tan avanzadísima edad. Tabaco, whisky y mujeres muy salvajes, “mujeres pantera”, tales fueron las “pastillas e inyecciones que a diario se medicaba.

Inglés tenía que ser. Lo que no cuenta la noticia es si conducir por la izquierda también contribuyó al éxito vital, tener en la mesita de noche una foto de la reina, tomar el whisky con agua bendita o pagar a las “panteras” con libras o peniques, le hizo más indemne a lo nocivo de sus “sanos vicios”. Para los médicos cuestión de suerte y para el…que le dijeran lo contrario. Lo que no se dice tampoco es el momento en que empezó a tomar esos “fármacos”, aunque sabemos que enviudó hace cincuenta años y bien puede que esa circunstancia lo animara a hacerlo.

Casado como mandan los cánones con una mujer inglesa metódica, sin demasiadas exigencias de ningún tipo, llegó a cumplir los ochenta años; viudo y libre ya de métodos anticonceptivos para juergas y desmadres no se lo pensó tres veces porque los años achuchaban. Lo más divertido estaba por llegar y a él el azar lo había encontrado vivito y coleando todavía.

Fue cuando empezó el despendole y el cuerpo agradecido decidió sumarse a la idea y a la fiesta. Oxígeno comprimido en puros habanos, alcohol cicatrizante en whisky escocés y safaris, se supone que meramente fotográficos en las selvas de videos con “panteras de cine” porque el corazón no admite zarpazos a ciertas edades… aunque quizá las “tigresas en cuestión” fueran de carne, hueso y con garras de verdad y dieran los zarpazos donde pensaban que estaba el corazón; mas como la víctima era un inglés puro de Escocia, por eso de llevar en todo la contra al resto de los demás mortales, muy posible es que el músculo vital lo tuviera escondido en el lado derecho que eso explicaría todo. Ha muerto un inglés en toda regla, un inglés de pura cepa; todo, todo muy a modo de los ingleses de Inglaterra.