Lamentos en precampaña

Miguel Ángel Mora Cuesta.- A pocos meses de las elecciones municipales y autonómicas; cuando casi todos los partidos se enfrascan en procesos de primarias, más o menos abiertos o más o menos transparentes; en un momento en que algunos todavía no saben si se presentan, otros, si lo hacen abiertamente o mezclados en plataformas, coaliciones y demás; creo que andamos todos un poco perdidos en cálculos de concejales o diputados sin fijarnos en los problemas o dificultades que tenemos los ciudadanos en el día a día en nuestra casa o en nuestra localidad. LO LAMENTO.

Mientras andamos en estas cuentas veo pocos análisis de la evolución de nuestra ciudad, y me centro en la capital, y quienes los muestran, lo hacen llenos de adornos diciendo que todo es maravilloso, vamos en el buen camino,… Actitud de campaña de partido quien tiene todos los focos puestos por gobernar desde el Ayuntamiento. LO LAMENTO.

No voy a entrar en números que, a día de hoy, por su volumen, cuantías y conceptos, sería farragoso analizar en un artículo como este. Me limitaré a contar algunas cosas que lamento.
Tras tres años y medio sin apenas inversiones en Ciudad Real, algunas a capricho de alguien adinerado y otras con el disgusto de gran parte de los vecinos, nuestros ediles se lanzan, como pollo sin cabeza, a anunciar y a acometer una serie de obras de dudosa necesidad. LO LAMENTO.

Nos anuncian que, en breve, intentarán remediar el problema de las balsas de agua que se forman en época de lluvia. “En breve” significa no antes de 6 ó 7 meses. Ejp.- última fase de la remodelación de la Puerta de Toledo. Como si la climatología quisiera poner en evidencia la buena gestión urbanística, comienza a llover y, en la recientemente asfaltada y remodelada entrada desde Porzuna, comprobamos que o no se han tenido en cuenta las pendientes que se debía dar al firme o no se ha tenido en cuenta la capacidad de absorción de las alcantarillas. Consecuencia: Balsas de agua en una obra recién inaugurada. LO LAMENTO.

Mantenemos el vallado de obra de un colegio como el Cruz Prado durante más de un curso escolar tras la finalización, dejamos pasar el verano sin alumnado en el Centro y nos ponemos a poner el vallado definitivo, con las correspondientes molestias en pleno mes de octubre con la escuela llena. Peatonalizamos de mala manera la calle Montesa y tras tiempo de protestas de los vecinos se inicia la reparación de los desperfectos anunciando que se va a estudiar, ahora, tras varios años de la recepción de la obra, “pedir responsabilidades” a la empresa que realizó las obras. Y digo yo, en su día, cuando se estaba realizando, antes de darla por bien hecha y de pagarla con el dinero de todos ¿no se vio la que se avecinaba? ¿No será que se calculó mal el tráfico que soportaría o nos fuimos al proyecto más barato sin supervisión alguna? Otra vez la calle empantanada y nuestros comerciantes perdiendo clientela. LO LAMENTO.

Lamentos, lamentos y lamentos en precampaña, sin hablar de zona azul, líneas de autobuses, basuras, cementerio, participación, soberbia, etc. Hechos, todos ellos por sí solos, cada uno de ellos que pueden dar como para publicar un libro.

Estas son, brevemente, algunas lamentaciones de los vecinos de Ciudad Real que me afectan igual que el dinero perdido en un aeropuerto, o en una ciudad de ocio como el Reino de Don Quijote que fueron los buques insignia del anterior alcalde. Si, ese señor que ahora tiene problemas con las facturas de comida que incluyen gin-tonics.

Lamentable que de esto no se hable o que, si se hace no se escuche en la calle. Lamentable que las fuerzas políticas, sean “PURAS” o “DE LA CASTA”, que lo mismo da, porque las puras lo son porque no han podido mancharse, permanezcan entretenidas en cálculos y estrategias porque el único fin es conseguir una cuota de poder.

Sin explicar claramente qué problemas existen y cómo abordarlos con los pies en el suelo y sin pensar en encuestas de todo tipo, continuaremos desde todos los frentes sin dar respuesta a lo que demandan los vecinos. Esta falta de respuesta clara por parte de todos, unida a la corrupción que aflora por donde miras, lo único que provoca es el alejamiento entre representantes y representados.

Se hace necesario que quien quiera dirigir el Ayuntamiento nos explique qué quiere hacer y cómo lo quiere hacer. Mientras esto no sea así, desde ya, poca credibilidad tendrá.
Esto son LAMENTOS EN PRECAMPAÑA que desearía no tener que repetir de aquí a un año cuando las consecuencias sean inevitables.